Las obras de demolición del antiguo acuartelamiento de la Guardia Civil en Toledo se reanudan hoy miércoles tras haber permanecido paralizadas durante un mes por la detección de restos de amianto en pequeñas proporciones, localizados en el fibrocemento de algunos elementos constructivos. La paralización fue decretada el pasado 9 de junio por la Dirección Facultativa de la obra, después de que la Policía Local realizara una inspección y localizara fragmentos de fibrocemento entre los escombros generados por la demolición de los edificios. Posteriormente, el Ayuntamiento de Toledo ratificó esta decisión el 13 de junio, una vez conocidos los resultados de los análisis practicados por dos laboratorios independientes, que confirmaron la presencia de amianto en una proporción mínima. El tratamiento de residuos con contenido en amianto, detectados en canalizaciones de desagüe, requiere una gestión específica distinta a la habitual en este tipo de obras. Para ello, una empresa especializada en este tipo de intervenciones ha elaborado un plan general de actuación que ha sido aprobado por la autoridad competente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y trasladado al Ayuntamiento de Toledo, que podrá proponer ampliaciones si lo considera oportuno. Las tareas de retirada de estos residuos comienzan hoy, tras haberse informado a los usuarios afectados y al personal que todavía presta servicio en las instalaciones del acuartelamiento. Una vez finalice la retirada controlada de los materiales con amianto, se retomarán los trabajos de demolición pendientes sobre el resto de edificios incluidos en el plan de emergencia. El martes por la tarde se celebró una reunión informativa con los adjudicatarios de pabellones, en la que se detallaron los contenidos del plan general y las medidas preventivas que se aplicarán durante todo el proceso de tratamiento, traslado y gestión de los residuos detectados.