Con una dilatada y consolidada trayectoria médica a sus espaldas, Felipe Martínez-Alcalá asume su cargo de Decano de la Facultad de Ciencias de la Salud y la Vida en la CEU Fernando III con la ilusión de un debutante pero con los objetivos muy claros: formar profesionales, pero también personas. —¿Le sirve toda su trayectoria para la dirección de una facultad de nueva creación? —Lo que me ayuda es el conocimiento clínico. Creo que mi formación, mi actividad profesional, lo que me ayuda es a interrelacionar con la mayor claridad los problemas actuales y las técnicas de innovación. A partir de ahí, la docencia es un poco el complemento. Por supuesto, este reto es distinto, diferente, enormemente ilusionante. —Ha hablado usted de ilusión, ¿cuánto le supone dirigir la nueva Facultad de Ciencias de la Salud y la Vida? —Es ilusionante y un reto importante. Poder ayudar a formar profesionales de la salud que van a influir en un futuro en mejorar la calidad asistencial de toda una comunidad es una ilusión enorme, un compromiso y una responsabilidad brutal. —En Sevilla se estudia medicina en la US y en Loyola. ¿Cuáles serán las señas de la CEU Fernando III? —Yo diría que son tres. Por un lado, dar el máximo de formación profesional, y eso lo hacemos de una manera moderna, con las últimas tecnologías docentes. Además, desde el principio se mezclan conocimientos de manera que entran a la vez. Después, otro detalle fundamental es la formación centrando todo en el alumno. El alumno en el centro, siempre acompañado con los tutores. Y el punto esencial es formar personas honradas, honestas y preocupadas por mejorar la sociedad. Estamos en una sociedad con algunos déficits, tanto en humanidad como culturales, y que nos preocupemos por formar personas me parece que es la clave. —Veo que incide mucho en formar en valores. —Es absolutamente esencial. No podemos renunciar a eso. Esto es una universidad católica y es una universidad en la cual los valores son esenciales. De hecho tenemos asignaturas en este sentido como ética, antropología, filosofía... Creemos que es algo que no podemos dejar. Un médico que no tiene empatía, que no es capaz de estar directamente ligado con el problema del paciente, que no lo vive con él, que no se une con él, no es buen médico. Vemos pacientes que vienen perfectamente estudiados y diagnosticados y vienen absolutamente desconfiados. ¿Qué les ha faltado? Que no han tenido contacto, no se han ganado la confianza del paciente. Es absolutamente fundamental esa empatía. Y eso no solamente es un bien para nuestra universidad, es un bien para el colectivo, para la sociedad. Tenemos que hacer una sociedad cada vez más justa, más humana, más comprometida. —Aparte de la formación, también son necesarias las prácticas en instituciones. ¿Tienen acuerdos? —Tenemos convenios con el Hospital Vithas Aljarafe, el Hospital Viamed, el San Juan de Dios y una serie de centros de salud de la zona, centros de ancianos… Están contemplados todos los escenarios y los tenemos en cuenta para las prácticas. —Hay gente que podría pensar que se trata de formación para gente pudiente. ¿Tiene becas la CEU Fernando III? —El CEU ya tiene el tanto por ciento de becas más importante de lo que son las universidades en España, pero es que en concreto nosotros tenemos en principio becado el 10% de nuestros alumnos, con la totalidad del coste, lo que demuestra que es algo que nos preocupa. Pero nos preocupa sobre todo que el individuo esté comprometido. Queremos becar al individuo que tiene vocación, que tiene capacidades y es capaz de esforzarse, de mejorar. No me parece que lo que debamos buscar sea igualar la universidad por abajo, tenemos que buscar la excelencia con un alumno que tiene que tener interés en aprender y tiene que tener capacidad de trabajo y de esfuerzo. —¿Qué se valora en las pruebas de acceso? —Todas las universidades tienen pruebas de acceso y creo que ninguna encontró el modelo perfecto. Creemos que el modelo perfecto sería el que consiguiéramos identificar a los alumnos con más interés, más brillantes y con más vocación. Nuestro sistema de admisión incluye unos exámenes basados en los conocimientos que pueden tener hasta ese momento. Y después tenemos unas entrevistas. Somos lo más equitativos posible a la hora de hacer la selección. —¿En qué instalaciones forjarán estos nuevos profesionales? —Al margen de las que ya tenemos, que son amplias, también está aprobado ya un hospital de simulación que tendremos terminado para el segundo curso de los diferentes grados. Tendrá las técnicas más innovadoras y los mejores recursos de simulación, ya que la simulación, hoy por hoy, es la clave. —Hábleme del profesorado escogido. —Tenemos magníficos profesionales. Hemos buscado profesionales comprometidos, de prestigio, que se dedican a la investigación. Tenemos tanto del modelo senior, que vienen con un bagaje, como un profesorado joven que ha demostrado su eficacia. —¿Cómo va a contribuir la CEU Fernando III en la investigación? —Contamos con laboratorios de investigación de los más avanzados, pero además tenemos convenios con universidades europeas y americanas con proyectos que se van a poner en marcha en esta facultad. —¿Qué objetivos se marca usted como decano en esta nueva facultad a medio y largo plazo? —El objetivo fundamental es formar médicos comprometidos, con capacidad crítica. En el momento en el que estamos hace falta que lo critiquemos todo. Si no hay crítica no se puede avanzar. Si unimos esa crítica con esa curiosidad, con esa capacidad de investigación, tendremos el desarrollo de grandes profesionales. —¿La vocación se transmite o viene de serie? —La vocación tiene que venir de alguna manera, pero yo creo que se fomenta. El alumno se interesa y, mientras más se profundiza en el tema, más te va a gustar.