El termómetro marca 40 grados, una temperatura cada vez más habitual en Sevilla durante el verano, pero no funciona el aire acondicionado. Tampoco la vitrocerámica o el microondas para hacer la comida. Esto podría ser el inicio de una novela, pero es el día a día en las calles del barrio sevillano de Torreblanca desde el pasado 22 de mayo. Los vecinos de esta zona de la capital hispalense pasan a diario hasta 15 horas sin luz. Este lunes los vecinos se movilizan para exigir solucionesRocío es una de las afectadas por estos constantes cortes de luz. Una situación que comenzó en 2019, pero que desde mayo de este año se ha convertido en algo periódico. Las oscilaciones de unos transformadores que fueron instalados en los años 60 están provocando auténticos destrozos a los vecinos del barrio. "Nos están estropeando los electrodomésticos. Estamos entre 12 y 15 horas sin luz, y no podemos hacer de comer. Las olas de calor están siendo horribles sin aire ni ventilador".[articles:318597]Las instalaciones son de hace más de medio siglo y, en aquella época, ni había la población actual ni la demanda energética que existe a día de hoy. Rocío pensaba que era cosa de cuatro calles, pero cuando se creó un grupo de vecinos se dio cuenta de que había muchas más afectadas.Como es habitual en estos casos, Endesa argumenta que es causa del fraude eléctrico y las plantaciones de marihuana. "Las plantaciones existen, no vamos a negar la realidad. Pero la infraestructura está obsoleta y eso tampoco se puede obviar", afirma esta sevillana haciendo referencia a los cables y postes de luz que están antiquísimos. "Todo es inseguridad para los ciudadanos. Hemos reclamado al Ayuntamiento pero se ha puesto de perfil", denuncia.Desde el barrio reclaman que se ponga en funcionamiento un transformador nuevo que se instaló en febrero en el Bulevar, cerca del canal de los presos, y que está inoperativo. El motivo es que hay que quitar el cableado antiguo y soterrar el nuevo para conectarlo con el resto de transformadores. Endesa traslada a los vecinos que el Ayuntamiento no les ha dado los permisos. "No sabemos si es excusa o realidad, pero el barrio lo tienen abandonado en limpieza y seguridad. Hay dejadez, han creado un gueto".[articles:278440]La situación no afecta solo a las casas, también al barrio y a su vida. "Están obligando a los comercios a que se vayan", explica Rocío. Esta vecina pone dos ejemplos. El primero de ellos, un restaurante que se ve obligado a tirar comida todos los días. "La marcha de la luz le pilla en todo el servicio". También menciona la situación de las farmacias, con cámaras que no funcionan para mantener la temperatura de medicamentos. "Al barrio se le están yendo los comercios y si se van los comercios, se van los vecinos".En Torreblanca dejan claro que "no somos barrios de segunda ni de tercera ni de cuarta, que es como nos trata el Ayuntamiento". Una de las quejas de los vecinos es que en otros lugares de la ciudad, Endesa actúa después de apagones de dos horas. Algo que no pasa aquí. "Estamos hartos de llamar a los seguros". Además, Rocío se ha encontrado con la energética dejándola fuera de la mesa de energía. Los vecinos ya han llevado la situación al Defensor del Pueblo Andaluz y han puesto una renuncia colectiva a Endesa.La situación de algunos vecinosLa electricidad es fundamental para la vida de muchos vecinos. El propio marido de Rocío tiene CPAP —tratamiento médico contra la apnea del sueño— y la necesidad de utilizar una máquina para dormir. En la unidad del sueño le 'riñeron' por no ponérsela. "Desde el 22 de mayo no tiene luz y duerme sentado en el sofá", apunta la propia Rocío, parafraseando lo que le dijo al médico.Otra vecina, de 94 años, tiene un estoma por un cáncer. "No sé cómo se cambia la bolsa", apunta Rocío. En el barrio también hay una señora que no se puede mover de la cama y sólo usa el aire y la televisión. Con los apagones, ni una cosa ni la otra, "y cuando llamas te dicen que la lleves al hospital". Un vecino que está en una cama articulada no puede bajarla cuando se va la luz. "Hay muchísimos dependientes y en la zona más afectada la mayoría son personas mayores".