"Hay una clarísima estrategia del PSOE de reventar todos los plenos en el Parlamento; de montar bronca política; de buscar que se expulse a los diputados, de no dejar hablar a nadie, en definitiva, reventar un marco de convivencia que hemos tenido durante tres años hasta que el agua les ha llegado al cuello y la señora (María Jesús) Montero ha dado la orden de reventar las sesiones parlamentarias". El análisis en voz alta de Juanma Moreno ha sido el principio del fin de la sesión plenaria de este jueves en el Parlamento andaluz.En la Cámara autonómica ha ido escalando la bronca y el ruido durante la sesión de control al Gobierno de Juanma Moreno. El debate parlamentario, cargado de consignas partidistas y escaso interés ciudadano —una vez más—, ha ido subiendo la temperatura de la agresividad verbal —más en lo inaudible fuera de los micrófonos que en lo que se verbalizaba cara al público—.Como la rueda de velocidad de una Thermomix in crescendo al batir el tomate para el salmorejo, el PSOE ha acelerado para tratar de que se perdieran los papeles, pero el presidente de la Junta ha optado por parar en seco y renunciar a su turno de intervención final ante un “espectáculo bochornoso”. El resultado del plato era incomible. El debate ha quedado reducido a la nada y la estrategia de la oposición hasta final de legislatura ya no parece que vaya a ser otra que la de la bronca llevada al límite de potencia. Moreno se ha ido, pensando que una vez más se la han puesto botando, solo para empujarla a la red. Llamadas al orden y bronca ferozJusto ha sido casi al final del mediodía, ya en el turno en el que era el portavoz del grupo parlamentario popular, Toni Martín, quien intervenía para masajear al jefe del Ejecutivo andaluz tras una cascada de acometidas de todos los grupos de la oposición. Hasta en dos ocasiones llamó al orden el presidente del Parlamento, Jesús Aguirre, a la diputada socialista algecireña Rocío Arrabal. "Usted callaíta (...) ¡Qué guarde silencio le estoy diciendo! Ruego a la señora portavoz que controle un poquito a su grupo parlamentario", llegó a espetarle. "Le ruego que no la expulse porque es lo que viene buscando desde hace mucho tiempo", rogó Martín a la mesa de la Cámara autonómica, mientras hablaba de corruptelas en el seno del PSOE y de la amenaza de los aranceles de Trump.Intervención atropellada de Juanma Moreno, presidente de la Junta, este jueves en el Parlamento de Andalucía.El murmullo incesante, los balbuceos, los grititos, y los improperios por lo bajini, con constantes interrupciones, agotaron la paciencia de Moreno, que momentos antes, foto en mano, había recordado el compromiso incumplido de María Jesús Montero de demoler el Algarrobico en cinco meses. "Renuncio a mi respuesta dado el espectáculo que está generando el Partido Socialista".Ovación cerrada de los suyos, ante una bancada de la oposición cariacontecida, pensando en si la estrategia había sido óptima o, por contra, había dado más munición al Gobierno de lobo con piel de moreno. Tiro por la culata y Moreno, que desaprobaba una y otra vez con gestos y negando con la cabeza, víctima de la mala educación y las actitudes antidemocráticas. Un Juan Manuel bueno mártir que ha vuelto a desesperar a los socialistas, incapaces caiga quien caiga de afinar una estrategia que erosione la imagen que con tanto celo y ahínco ha ido labrándose en seis años el presidente andaluz. "Esto les aleja de los ciudadanos, no aporta nada a los intereses de los andaluces, ni a su grupo", ha sentenciado el dirigente popular, en mitad de una sobreactuación que le suma más que le resta. Ya en un tuit en su cuenta de X, con Moreno ya retomando su agenda institucional del día, la portavoz socialista María Márquez ha mantenido: "Menuda falta de respeto. Si no se habla de lo que él quiere se cabrea y se va. Los andaluces merecemos un presidente más humilde. Que piense en Andalucía y no en confrontar constantemente con el gobierno de España".