"Buenas noticias que ayuden a vivir en este hermoso país"

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Para disfrutar los contenidos de Clarín es necesario que actives JavaScript en tu navegador.Volver a la HomeNoticias hoyEn vivoCartas al paísRedacción ClarínUn sector mayoritario de nuestro país se informa y aprende cuestiones que aportan a la cultura por los medios radiales, televisivos, y escritos en diarios o aplicaciones tecnológicas. Como puede observarse la tarea de quienes nos informan es de altísima responsabilidad. Operan nada más ni nada menos que en la idiosincrasia, actitudes, toma de posiciones en la sociedad y hasta en el carácter y personalidad de todos y cada uno de los integrantes de una región o incluso de un país.Es por tal circunstancia que criticamos la labor permanente del periodismo en general, que sistemáticamente y sin otra alternativa se ocupan de mostrar, explicar y relatar cuanto acontecimiento humano o natural, negativo, doloroso, cruel, delictivo y en síntesis frustrante que se produce, principalmente en Capital o GBA. Dicha actitud según voces que pretenden interpretarla obedece a que de esa forma la gente se interesa, compra o atiende a los medios, y estos pueden vender.Sin embargo, no solo hace falta que la tarea y los informes resalten las tareas y conductas admirables, sino también las circunstancias de trabajos, estudios, y la diversa naturaleza que rodea a los habitantes de nuestro extenso país en lugar de centrarse en Buenos Aires y alrededores. El lector, el oyente, o quien observa y escucha televisión o aparatos audiovisuales esta ávido de observar y escuchar buenas noticias que le ayuden a sobrellevar la lucha por la vida, en un país hermoso, pero que sigue construyéndose y necesita del ánimo positivo y alegre que le inyecten las buenas noticias.La labor del periodismo es instructiva por antonomasia y como tal debe formar la unión de voluntades que con esperanza y satisfacción construyan una Patria que merezca ser vivida y coherente con la grandeza natural que nos rodea y que Dios nos dio; conjuntamente con todas las conductas y actitudes loables que nos rodean. Este enfoque distinto al actual en la tarea periodística aportará seguramente al engrandecimiento de todos.Guillermo G. Erbetta Macgrath erbemac@hotmail.comOTRAS CARTAS“Las convicciones de un fiscal llamado Diego Luciani”Escribo movido por la admiración hacia un profesional que ha sido valiente al extremo, amén de consecuente con sus ideales de justicia que son los que motivan a quienes como él eligen al derecho como carrera universitaria. Quienes se habrán llevado una sorpresa mayúscula fueron aquellos que pensaron que Diego Luciani sería un camporista más de los muchos que poblaron el Poder Judicial durante el kirchnerismo. Nadie imaginó que este fiscal iba a ser fiel a su verdadera vocación, la justicia, aunque para ello debiera enfrentar los riesgos que sobrevienen cuando se investiga a un poder omnímodo y mafioso, que le hizo llegar una velada amenaza de boca del ex presidente Alberto Fernández, quien en televisión dijo que esperaba que no se suicidara como lo había hecho Nisman.Junto al fiscal Sergio Mola, durante más de tres años analizaron una por una las licitaciones y contratos de Vialidad desde 2003 hasta 2015. Fue así que al momento de presentar la apelación de la fiscalía en el juicio en el que terminó condenada la ex presidenta Cristina Kirchner fueron tan contundentes y claras sus exposiciones que sólo dejaron margen para que la defensa se circunscribiera a pedir el apartamiento del fiscal y juez de la causa por haber integrado un equipo de fútbol amateur que jugó en Los Abrojos (de Mauricio Macri) sumado al caballito de batalla de los Kirchner desde que la Justicia empezó a investigarlos:lawfare. De esta palabra se aferraron para declamar a los cuatro vientos que esas investigaciones no eran otra cosa que persecución política al gobierno popular que tanto había luchado “por los pobres contra la oligarquía prebendaria y las fuentes del poder”.Ovidio Winter ovidiow@gmail.comAviones: paros extorsivosLa amenaza de paro por parte de los controladores aéreos y de pilotos en plena temporada de vacaciones de invierno no es más que una salvajada. Está sobradamente demostrado que este tipo de medidas no conducen a soluciones duraderas, sino que solo perjudican a los usuarios, que nuevamente se ven rehenes de sindicalistas ignotos que actúan como si fueran dueños no solo de las aerolíneas sino también de la vida de los frustrados pasajeros. Y cuando de Aerolíneas Argentinas se trata en particular, este tipo de acciones de claro tinte extorsivo y mafioso no hacen más que confirmar que el verdadero camino es la privatización de la empresa. Solo así se podrá poner fin a un sistema que opera con total impunidad, desoyendo el interés general y sometiendo a los ciudadanos a un calvario injustificable.Enrique T. Vidal Bazterrica evidalbazterrica@gmail.comNewsletter ClarínRecibí en tu email todas las noticias, coberturas, historias y análisis de la mano de nuestros periodistas especializadosQUIERO RECIBIRLOTags relacionadosDiego LucianiAviones