La Comisión Local de Patrimonio del Ayuntamiento de Jerez, celebrada la pasada semana y presidida por el primer teniente de alcaldesa, Agustín Muñoz, y con la presencia de la delegada de Urbanismo, Belén de la Cuadra, dio luz verde a la construcción, en la plaza del Arroyo, de una columna de hormigón sobre la que se colocará el 'capitel' de acero y la estatua de bronce de la Inmaculada Concepción diseñados por el artista Juan Rodríguez-Valdés.La decisión, no exenta de polémica y controversia incluso en el seno de la citada comisión, según ha podido saber lavozdelsur.es, se remonta 20 años atrás, cuando bajo el mandato de la alcaldesa Pilar Sánchez se hizo el encargo de un monumento con 1.500 kilos de peso y más de 15 metros de alturas por un importe de 400.000 euros.Fue lavozdelsur.es la que el 7 de mayo de 2024 preguntó por el paradero de tan colosal monumento y fueron varias semanas después cuando el gobierno municipal, a raíz de una pregunta que registró Vox en el pleno, dio por zanjado el caso de grandes objetos perdidos que, de cuando en cuando, sacuden a la ciudadanía jerezana.La Virgen de la Inmaculada, arrumbada durante años en dependencias municipales.Del hallazgo a la colocación el centro históricoMás de un año después de aparecer arrumbada en una de las naves municipales, la Virgen Inmaculada será, al parecer, colocada donde se ideó originalmente: junto a Bertemati y la Catedral, en una zona de espacial protección. Esto último, precisamente, ha provocado la reacción de historiadores y ciudadanos, que se oponen a que la imponente escultura presida este entorno del intramuros jerezano. Uno de los más tajantes ha sido el ex Defensor del Ciudadano, Agustín García-Lázaro, quien ha escrito en su muro de Facebook: "Muy de acuerdo en lo desafortunado de instalar el monumento. Estamos a tiempo de evitar otro error como el que se cometió en su día en la Plaza de la Asunción, en la Alameda de Cristina con el monumento a las Hermandades, en la plaza de la Encarnación (con la escultura del Papa Juan Pablo II)...". Antes que García-Lázaro, el historiador Manuel Romero Bejarano había tildado de "ilegal" y "disparate" la instalación de dicho macromonumento en un entorno tan singular como la plaza del Arroyo. La columna donde se instalará tendrá una altura de doce metros, a los que habrá que sumar los 3,5 metros de la imagen de la Inmaculada.Como ha explicado el gobierno local, "la estatua se encontraba, desde entonces, almacenada y cubierta por un grueso estrato de suciedad que afectaba a la descomposición del bronce, por consiguiente, al deterioro de la imagen, hasta que el pasado año, el actual Gobierno municipal la recuperó para su arreglo y cesión al Obispado, dentro de un convenio entre ambas entidades".