Una compañía china acaba de lanzar un cohete reutilizable que logró llegar a la órbita terrestre, pero su primera etapa no consiguió volver a tierra como estaba previsto. Aunque el aterrizaje terminó con una explosión, la misión ha sido un hito para el creciente sector espacial comercial del país, que busca competir con SpaceX y otras empresas globales