Narendra Modi abrazó a Vladimir Putin en la pista de aterrizaje y se lo llevó en su vehículo a su residencia para una cena privada. El recibimiento en Delhi ya supuso una victoria para un dirigente que disfruta desmintiendo ese aislamiento que pregona Occidente. No lo está en Asia ni en el Sur Global, el futuro económico del mundo, donde Moscú recupera posiciones de la Unión Soviética.Seguir leyendo....