Unos españoles que viven en Alemania explican cuánto dinero se cobra por trabajar como conductores de autobuses allí: «Ganas según lo que hagas»

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Muchos españoles han optado en los últimos años por dejar atrás nuestro país en busca de mejores oportunidades. En este sentido, Alemania es siempre uno de los destinos favoritos gracias a sus salarios más competitivos y la posibilidad de disfrutar de un nivel de vida más holgado. Este es precisamente el caso de Daniel y Celia, dos conductores de autobuses que por diferentes motivos acabaron trasladándose a Alemania. En una entrevista concedida a Radio Nervión, donde ambos reconocieron ser oyentes habituales a pesar de la distancia, contaron cómo es su día a día al volante en el país germano. Una de las primeras diferencias que destacan es la vivienda. Celia paga 880 euros por un piso luminoso, con terraza, garaje, trastero y todos los gastos incluidos, algo impensable en el País Vasco , donde el alquiler por una vivienda similar superaría con facilidad los mil euros sin suministros. Daniel, por su parte, vive con su mujer y sus dos hijas en un pequeño pueblo donde el alquiler de su piso asciende a 550 euros. Eso sí, recuerda que las viviendas se entregan sin amueblar, y advierte de que en ciudades como Frankfurt los precios se disparan. A estas condiciones hay que añadir unos salarios mucho más elevados. Como conductores, la media ronda entre los 2.800 y los 4.000 euros mensuales, dependiendo de la situación fiscal de cada trabajador y de las horas extra. En su caso, aseguran que lo normal es quedarse en unos 2.900 euros, muy por encima de lo que ganaban en España por el mismo empleo. El coste de la vida, además, no resulta tan alto como podría pensarse. Un menú puede costar en torno a los 13,50 euros y un café apenas supera los dos euros. Celia subraya también las ayudas familiares, con una prestación fija de 255 euros por hijo hasta los 25 años, independientemente de los ingresos. La educación es prácticamente gratuita y la universidad cuesta unos 300 euros por semestre, incluyendo transporte y actividades culturales. La sanidad es otro de los aspectos que valoran muy positivamente. Ambos explican que se puede elegir especialista y que las citas son rápidas, con pruebas que en muchos casos se hacen en el mismo día. Daniel admite que el idioma sigue siendo «un reto», pero que el cambio ha merecido la pena.