(ZENIT Noticias / Washington, 02.10.2025).- El gobierno de Trump indicó que está evaluando si la ideología de género influye en una serie de recientes actos de violencia política, una cuestión que habría sido impensable en los principales debates políticos estadounidenses hace tan solo unos años. Esta decisión se produce en medio de varios incidentes de alto perfil que involucran a agresores o sospechosos que han tenido problemas con la identidad de género, incluyendo el intento de asesinato del juez de la Corte Suprema Brett Kavanaugh y los tiroteos masivos en dos escuelas religiosas.Durante una conversación a bordo del Air Force One, el presidente Donald Trump declaró al medio conservador «Daily Wire» que su equipo estaba «analizando de cerca» las posibles motivaciones de estos ataques. «Parece que hay algo ahí», afirmó, aunque enfatizó que aún no se han llegado a conclusiones. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, se hizo eco de esta opinión, calificando la tendencia de «definitivamente digna de investigación» y desestimando a quienes la consideran irrelevante, calificándola de «ignorar deliberadamente la realidad».El debate se ve alimentado por una sombría lista de casos. Tyler Robinson, acusado del asesinato del activista conservador Charlie Kirk, supuestamente consideraba a Kirk «odioso» y vivía con un compañero de piso en transición de género. Robert «Robin» Westman, quien abrió fuego en una escuela católica antes de suicidarse el mes pasado, había cambiado legalmente sus marcadores de género años antes y publicó un manifiesto en el que criticaba duramente a la derecha política. Audrey «Aiden» Hale, responsable de la masacre de la Escuela Covenant en 2024, dejó un diario de 90 páginas lleno de angustia por su identidad femenina y un rechazo desesperado a la religión. Y en 2022, Nicholas Roske, que ahora se identifica como «Sophie», fue arrestado con un arma frente a la casa del juez Kavanaugh en Maryland. En ese momento, las autoridades afirmaron que su principal motivación era el derecho al aborto. Solo más tarde salió a la luz su identidad de género.El caso de Roske, en particular, ha complicado la narrativa nacional. Documentos judiciales muestran a un joven sumido en una espiral de desesperanza durante la pandemia: abandonó la terapia, cuestionó su identidad y pasó de sus raíces evangélicas a comunidades en línea nihilistas. Su familia, que ahora apoya públicamente a los grupos LGBTQ, presentó emotivas cartas solicitando al tribunal que considerara la transición de Roske como un factor atenuante. El propio Roske escribió que lamenta haber contribuido a la «violencia política en la vida estadounidense» y que llegar a la puerta de Kavanaugh lo impulsó a reconocer la humanidad de su objetivo. Desde entonces, ha comenzado un tratamiento hormonal bajo custodia antes de la sentencia programada para el 1 de octubre.El nexo entre estos episodios aún no está claro, pero hay mucho en juego políticamente. Quienes apoyan una investigación federal argumentan que ignorar un posible patrón corre el riesgo de permitir que la ideología enmascare o agrave las crisis de salud mental. Los críticos argumentan que centrarse en la identidad de género corre el riesgo de estigmatizar a una población ya vulnerable y confunde correlación con causalidad. Expertos en ética médica señalan que algunas intervenciones de afirmación de género, especialmente en menores, siguen siendo controvertidas y pueden intersectar con afecciones psiquiátricas no tratadas, pero advierten contra el uso de tragedias aisladas para elaborar políticas radicales.Para la Casa Blanca, el desafío es tanto empírico como moral. El gobierno debe determinar si el aparente conjunto de casos relacionados con el género es una coincidencia, un reflejo de una agitación social más amplia o algo más específico. Al mismo tiempo, los funcionarios deben desenvolverse en un entorno polarizado donde las cuestiones sobre la identidad de género, la salud mental y la violencia son puntos álgidos en las guerras culturales de Estados Unidos.Independientemente del resultado de la investigación, los casos ya han planteado profundas preguntas sobre cómo la sociedad trata a las personas en la intersección de la radicalización ideológica, las enfermedades mentales y la disforia de género, y sobre la responsabilidad de los líderes políticos de responder sin exacerbar los prejuicios. Como lo expresó un funcionario federal de las fuerzas del orden, la investigación aún se encuentra en sus etapas iniciales, pero la urgencia es innegable: «Necesitamos saber no solo quién planeó qué, sino también por qué».Gracias por leer nuestros contenidos. Si deseas recibir el mail diario con las noticias de ZENIT puedes suscribirte gratuitamente a través de este enlace.The post ¿Ideología de género influyó en violencia y atentados en USA? Trump promete investigarlo appeared first on ZENIT - Espanol.