Presos del centro penitenciario de Botafuegos, en Algeciras, se quejan de que llevan unos días sufriendo una plancha de garrapatas y chinches en sus celdas, que les están provocando importantes picaduras. "No van ni a fumigar", señalan familiares de estos internos a lavozdelsur.es, quienes censuran que tampoco los trasladan al módulo de Enfermería cuando lo requieren para tratarles estas picaduras."Estamos hartos de llamar y no nos dicen nada, que ya se pondrán en contacto con nuestros familiares, pero no los llevan ni a Enfermería", insisten, asegurando que el problema se viene reproduciendo desde hace más de una semana.Señalan estas familias que "no ponen remedio" a una situación que han trasladado al centro penitenciario, y piden que se fumigue con urgencia en las celdas de la cárcel ubicada en el Campo de Gibraltar."Los colchones están tan mal que las chinches se los están comiendo vivos", reseñan, ya que están "comidos por las chinches y las garrapatas. También son personas". "Todos somos humanos", dice la madre de un preso que lleva dos semanas. "Quiero que todo el mundo sepa lo que está sucediendo en Botafuegos, me parece una injusticia", señala esta madre.CSIF lleva tiempo reclamando fumigacionesÁngel Luis Perea, delegado de prisiones de CSIF Cádiz, consultado por lavozdelsur.es, asegura que la central sindical lleva tiempo reclamando más fumigaciones en los módulos. "En los comités de seguridad y salud laboral venimos insistiendo permanentemente para que se lleven a cabo fumigaciones completas en los módulos que se ven afectadas por la presencia de chinches", insiste Perea."Las chinches se acumulan en los paneles de corcho, en las camas, y en los centros penitenciarios se llevan a cabo fumigaciones en plantas enteras y en las celdas individuales o el lavado de la ropa a 60 grados", explica el delegado de prisiones de CSIF en la provincia."Es una tarea bastante complicada, puesto que el cambio de ropa, de enseres o la acumulación de alimentos en las celdas es un caldo de cultivo para estas plagas, que no suponen un grave riesgo para la salud, pero sí muchas molestias tanto para la población reclusa como para los funcionarios", insiste.Perea cuenta que también se han fumigado en los centros penitenciarios de la provincia por plagas de cucarachas y ratas, "que ya reclamamos al centro penitenciario de Botafuegos cuando se detectaron".