Siete consejos para que la crisis fiscal que vive el país no le afecte el bolsillo

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La crisis fiscal que atraviesa Colombia ya no es un asunto exclusivo de técnicos y economistas, dado que poco a poco, sus efectos se sienten en cada factura que llega al hogar, en cada crédito que se paga y en cada compra que se financia; mientras que el país enfrenta un déficit fuera de control, acompañado de tasas de interés elevadas e inflación persistente, una combinación que golpea de frente los bolsillos de los colombianos.Según datos del Ministerio de Hacienda, al cierre del primer semestre de 2025 el déficit fiscal alcanzó el 3,7% del PIB, equivalente a $69,4 billones, uno de los peores registros en más de dos décadas, incluso superior al observado en la pandemia, cuando la economía soportaba una emergencia sin precedentes.Consulte aquí: ¿Cuál es la salida para la grave crisis del gas natural en el país?A esto se suma que la caja del Gobierno se redujo a niveles históricamente bajos, con apenas $1,9 billones de pesos en los registros más recientes, lo que equivale a cubrir una sola semana de salarios de los 1,4 millones de servidores públicos del país. Mientras tanto, la inflación anual se ubica en 5,1%, lejos de la meta de 3% que persigue el Banco de la República.Dicho de forma simple, esta realidad se traduce en cuotas más altas, préstamos más costosos y un panorama de endeudamiento que se alivia con demasiada lentitud y obliga a tomar acciones para que estos desafíos no terminen impactando el bolsillo de las personas o la economía de los hogares.La economía de los hogares no será ajena a la crisis fiscal.Imagen de ChatGPTAnte esto, la firma Crowe Co elaboró un informe en el que explica en términos sencillos el alcance de la coyuntura y cómo las familias pueden enfrentarla y donde su autora, Lia Heenan, socia directora de Global Corporate Advisory de la compañía, es contundente al advertir que este no es un fenómeno menor y que impactará a todos los actores de la economía nacional.“El déficit hoy son más impuestos mañana. Por ejemplo, el impuesto oculto es la inflación, es decir, lo que mide el costo de vida. La gente a veces no lo ve o no lo siente, pero lo paga en cada extracto, en cada préstamo y en cada compra que financia”, destacó.Puede interesarle: Frenar la deuda del país, un 'remedio' que no sirve si no se ajusta el gastoPara Heenan, el mensaje es claro y apunta a que lo que parece un problema lejano es, en realidad, una cadena que comienza con el desorden en las cuentas del Estado y termina encareciendo la vida diaria de los ciudadanos, ya que cuando la Nación se queda sin recursos debe salir a endeudarse, ofreciendo tasas más altas para convencer a los inversionistas.“Esa prima de riesgo, que refleja la fragilidad de las finanzas públicas, se convierte en el piso de todas las tasas de la economía. Si al Gobierno le cuesta más endeudarse, también se encarecen las hipotecas, los créditos de consumo y los préstamos para los negocios”, sostuvo la vocera de Crowe Co.La economía de los hogares no será ajena a la crisis fiscal.Imagen de ChatGPTLa situación se agravó con las recientes decisiones de las agencias calificadoras. En junio, S&P redujo la nota de Colombia a “BB” y Moody’s hizo lo propio semanas después, advirtiendo sobre el gasto público desbordado y la insuficiencia de ingresos. Cada rebaja de calificación aumenta la desconfianza, lo que encarece aún más la deuda soberana y, en consecuencia, la de los hogares y las empresas.En palabras de Crowe Co, la única manera de resistir este impacto es replicar a nivel personal lo que se espera del Estado y optar por la disciplina fiscal, teniendo en cuenta que así como el país requiere metas claras y un ajuste en sus cuentas para recuperar la confianza, los ciudadanos deben tomar decisiones prudentes sobre sus finanzas.Más información: Protestas y 'asedio' contra la Andi: qué es lo que está pasando con el gremioHeenan sugiere acciones concretas que van desde revisar el costo de las deudas y renegociarlas si superan tasas del 20%, hasta evaluar la conveniencia de cambiar una hipoteca en UVR por una tasa fija en pesos. También recomienda cuidar la liquidez ante la posibilidad de una nueva reforma tributaria, convertir inventarios o activos improductivos en capital disponible y ser cautos con nuevos créditos si el dólar o las tasas presentan repuntes abruptos.“Cada situación es distinta: la clase media, los emprendedores y las empresas enfrentan impactos diferenciados y deben ajustar sus decisiones según sus propias realidades. No obstante, el principio es común y es que así como la Nación está obligada a ordenar sus finanzas para reducir el déficit, los ciudadanos deben aprender a blindar su bolsillo frente a un entorno económico adverso”, explicó.La economía de los hogares no será ajena a la crisis fiscal.Imagen de ChatGPTEn medio de la incertidumbre fiscal, la lección es evidente y resalta que el país necesita disciplina para recuperar la senda de la sostenibilidad y los hogares deben actuar con la misma lógica, gastar menos de lo que ingresa, aprovechar los periodos de tasas favorables para refinanciar deudas y construir un colchón de ahorro que permita resistir futuros choques.DANIEL HERNÁNDEZ NARANJOPeriodista de Portafolio