El Sindicato de Trabajadores de la Agroindustria de la Caña de Azúcar y Similares (Sintraicañazucol), subdirectiva Tuluá, emitió una denuncia pública nacional en la que rechaza las recientes declaraciones de funcionarios del Gobierno Nacional sobre el papel de la agroindustria azucarera en el Valle del Cauca.La organización sindical cuestiona los pronunciamientos de la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Irene Vélez, y del presidente Gustavo Petro, a quienes acusa de realizar afirmaciones “falaces y estigmatizantes” contra el sector. Según el sindicato, en intervenciones oficiales recientes se habría calificado a la producción de etanol como una amenaza a la seguridad alimentaria y al sector azucarero como un “desastre social”.(Puede leer: ¿Cómo la palma podría convertirse en motor de desarrollo para el país?).El sindicato sostiene que estas declaraciones distorsionan la realidad económica y social del sector, el cual, según sus cifras, representa el 19,5% del PIB agrícola y el 12,1% del PIB industrial del Valle del Cauca, genera 286.000 empleos directos e indirectos y alcanza un 90% de formalización laboral y sindicalización. Además, recalca que el cultivo de caña ocupa el sexto lugar en extensión agrícola nacional, con más de 291.000 hectáreas, y aporta significativamente a los ingresos fiscales locales.Irene Vélez, exministra de Minas y Energía.Archivo particularEn materia ambiental, la organización destaca los avances tecnológicos y sostenibles del sector, entre ellos la cogeneración con bagazo, la producción de biocombustibles, el tratamiento de aguas residuales, la reducción de quemas y la agricultura de precisión, que han permitido disminuir el impacto ecológico y fortalecer la transición energética.El sindicato también reivindica la producción nacional de etanol, señalando que no recibe subsidios y que contribuye a la generación de empleo, al desarrollo rural y a la seguridad energética del país.(Más: El potencial que tiene Colombia en exportaciones de frutas frescas).En su pronunciamiento, Sintraicañazucol también exigió al Gobierno Nacional reconocer su aporte histórico al desarrollo regional, convocar una mesa de diálogo social tripartita (Gobierno, trabajadores e ingenios) para construir alternativas sostenibles, y revisar los Tratados de Libre Comercio, con el fin de proteger la producción local frente a la importación de alimentos y combustibles.Durante el consejo de ministros celebrado el 29 de septiembre en la Casa de Nariño, el presidente Gustavo Petro planteó el cambio estructural en la metodología para determinar el precio del etanol en el país.Según explicó el mandatario, el valor del biocombustible dejaría de estar vinculado al precio internacional del petróleo y comenzaría a regirse por el comportamiento del mercado mundial del etanol, con el propósito de reflejar de manera más precisa sus costos reales de producción.El jefe de Estado sostuvo que esta modificación busca eliminar lo que denominó un “subsidio inconstitucional”, que, en sus palabras, beneficiaba principalmente a grandes propietarios de tierra vinculados al sector. Asimismo, aseguró que la medida permitirá liberar áreas de cultivo en el Valle del Cauca, las cuales podrían destinarse a la producción de alimentos.(Le recomendamos: Altas cosechas marcan el comercio de cereales, con la geopolítica como factor de riesgo).AzúcarFuente: Istock“El etanol tendrá libre mercado del mundo, a precio de costo de producción, y liberamos la tierra del Valle del Cauca a la alimentación”, afirmó el Presidente durante su intervención.Por el lado de la ministra de Ambiente ya había comentado sobre los efectos a la naturaleza de la industria azucarera en el Valle del Cauca."La expansión de la caña de azúcar ha sido un desastre ecológico, y no solo ecológico, sino también social (…) creo que en esto hay que ser muy enfáticos, en la medida en que, por ejemplo, la ocupación de la tierra para la producción de caña de azúcar aquí ha agotado las fuentes de agua subterránea, las ha agotado y también las ha contaminado porque desde la década de los 80 se está utilizando glifosato, potencialmente cancerígeno en humanos, en el 70 % de los cultivos de caña de azúcar", mencionó la funcionaria, en el marco de la Semana de la Biodiversidad, celebrada en la ciudad de Cali.Y añadió: "Este Valle tiene que cambiar y es la oportunidad perfecta para que soñemos un Valle distinto, que vaya más allá del cultivo de caña de azúcar, que tanto daño le ha hecho al suelo, al agua y a las comunidades. La expansión de la caña de azúcar ha sido un desastre ecológico, y no solo ecológico, sino también social".PORTAFOLIO