Un destello en la oscuridad: capturan la primera imagen de un planeta en pleno nacimiento

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Por primera vez, un equipo de astrónomos ha logrado captar directamente a un planeta en proceso de formación dentro de un anillo de polvo alrededor de una estrella joven. El protagonista de este descubrimiento es WISPIT 2b, una protoplaneta detectada en pleno crecimiento, brillando gracias a la energía liberada por el gas de hidrógeno que cae sobre su superficie.Este tipo de observaciones siempre han sido un desafío: la formación de planetas ocurre en zonas cubiertas por densos discos de gas y polvo, y los objetos en formación suelen ser demasiado ténues para ser vistos. Pero esta vez, gracias al sistema de óptica adaptativa MagAO-X, instalado en el telescopio Magallanes en Chile, se pudo registrar la luz en una longitud de onda muy específica: el espectro H-alfa, una firma luminosa del hidrógeno caliente.Tecnología al servicio de la astrofísicaEl instrumento MagAO-X no es cualquier cámara. Fue diseñado por el equipo de Laird Close en la Universidad de Arizona para corregir las distorsiones provocadas por la atmósfera terrestre. Este sistema permite observar detalles extremadamente finos del universo, revelando secretos que hasta ahora permanecían ocultos.La clave del hallazgo estuvo en la capacidad de MagAO-X para detectar gas de hidrógeno cayendo sobre el planeta, un proceso que genera temperaturas altísimas y, con ello, una luz particular que delata la presencia del objeto. Este detalle es crucial, ya que la mayoría de los planetas formados no emiten suficiente luz como para ser observados directamente.El sistema WISPIT 2: un retrato del pasado solarLa estrella anfitriona, llamada WISPIT 2, es muy similar al Sol. A su alrededor gira un complejo sistema de anillos de polvo y gas, con al menos dos candidatos a planeta en su interior. El más alejado, WISPIT 2b, se ubica a una distancia equivalente a 56 veces la separación entre la Tierra y el Sol, mientras que otro posible planeta, designado como CC1, orbita más cerca, a unas 15 unidades astronómicas.La escena capturada podría compararse con una foto del sistema solar tomada hace 4.500 millones de años, cuando Júpiter y Saturno apenas estaban emergiendo. La diferencia es que los planetas detectados en WISPIT 2 parecen ser mucho más masivos: WISPIT 2b tendría unas cinco veces la masa de Júpiter, y CC1 unas nueve.La confirmación que los astrónomos esperabanDurante años, los científicos han observado discos protoplanetarios con anillos y vacíos muy marcados. Se sospechaba que dichos vacíos eran causados por planetas en formación, barriendo su órbita al acumular material. Sin embargo, la ausencia de detecciones directas en estas zonas generaba dudas y abría espacio a explicaciones alternativas.Este hallazgo pone fin a esa incertidumbre. Tal como señala el propio Close, muchos se cuestionaban si realmente los planetas podían formar esos vacíos, ya que nunca se había observado uno con claridad. Ahora, WISPIT 2b se convierte en la primera evidencia visual directa de que un protoplaneta puede esculpir estos anillos oscuros.Una imagen con huella de hidrógenoLa detección de WISPIT 2b se logró observando la emisión H-alfa del hidrógeno, un rastro que aparece cuando el gas cae a alta velocidad sobre una superficie y se calienta hasta convertirse en plasma. Este tipo de luz, invisible al ojo humano pero detectable por MagAO-X, delata la presencia de procesos de acreción, es decir, la acumulación de masa en cuerpos en crecimiento.Es como ver una cascada de gas cayendo sobre un embrión planetario, calentándolo hasta que brilla. Esa luz es efímera: con el tiempo, los planetas dejan de atraer tanto gas y se enfrían, volviéndose invisibles para estos instrumentos. Por eso, detectar este tipo de señales es una carrera contra el tiempo.Perspectivas futuras en la observación de planetasEl estudio de WISPIT 2b no se limitó al espectro visible. De forma paralela, otro equipo liderado por Richelle van Capelleveen, de la Universidad de Leiden, confirmó la presencia del planeta en el espectro infrarrojo usando el telescopio VLT y su sistema SPHERE. Esta doble confirmación aumenta la solidez del hallazgo.Este tipo de descubrimientos allana el camino para entender cómo se forman los planetas gigantes como Júpiter o Saturno, y qué condiciones se necesitan para que un sistema planetario se estabilice. Además, ayuda a refinar los modelos que intentan explicar la diversidad de exoplanetas detectados hasta hoy.El valor de observar sistemas jóvenesLo que hace posible este tipo de observaciones es la juventud de los sistemas estudiados. Las estrellas recién formadas aún están rodeadas de discos densos y calientes, donde los planetas están en proceso de crecimiento.Si observáramos WISPIT 2 dentro de unos miles de millones de años, usando la misma tecnología, probablemente no veríamos nada. Todo habría terminado de formarse y se habría enfriado. Por eso, cada detección en este breve periodo de formación es como encontrar una foto antigua que revela secretos del pasado.La noticia Un destello en la oscuridad: capturan la primera imagen de un planeta en pleno nacimiento fue publicada originalmente en Wwwhatsnew.com por Natalia Polo.