La condesa Bathory no estaba loca: la sangre de personas jóvenes ayuda a rejuvenecer según un estudio

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Durante siglos, la idea de rejuvenecer con sangre joven ha formado parte de relatos y leyendas. Por ejemplo, la de la condesa húngara Érzsebet Bathory, a la que la historia atribuye una serie de atrocidades cometidas con el fin de rejuvenecer (y cuya factualidad histórica no está muy clara). Ahora, un equipo de investigadores en Alemania ha mostrado, en condiciones controladas de laboratorio, que la idea no es solo un mito. Con modelos tridimensionales de piel humana, comprobaron que la combinación de suero de donantes jóvenes y células de médula ósea joven produce mejoras visibles en tejidos envejecidos.Tal y como informa la revista Aging, el grupo liderado por Johanna Ritter y Elke Rönninger, de Beiersdorf AG, observó que la combinación incrementa la producción de colágeno y eleva el número de células Ki67 positivas, un indicador de regeneración celular. Por separado, ni el suero ni la médula ósea provocaron cambios similares, lo que subraya la importancia de la interacción entre ambos.La interacción entre sangre y médula joven, clave en el rejuvenecimientoEl mecanismo parece residir en la colaboración entre los factores presentes en la sangre joven y las células madre de la médula ósea. Juntas, activan la producción de proteínas asociadas a la juventud y mejoran la elasticidad del tejido. Investigaciones previas en ratones, como las de parabiosis —donde animales jóvenes y viejos comparten el sistema circulatorio—, ya habían mostrado beneficios comparables en distintos órganos, incluida la piel.En este estudio, se identificaron 55 proteínas cuya producción aumentaba al combinar suero y médula joven. Siete de ellas ejercieron un papel destacado en la regeneración celular y en la síntesis de colágeno, esencial para la firmeza cutánea. Este hallazgo se suma a otros avances recientes, como el aumento brusco de la edad biológica a los 44 y 60 años o el uso experimental de células T CAR para frenar el deterioro en modelos animales.En este contexto, la médula ósea se perfila como pieza esencial para convertir las señales rejuvenecedoras de la sangre en mejoras concretas en el tejido. Sin su intervención, el suero joven no logra efectos significativos. Otros estudios completan la imagen, como el que vincula la edad biológica del cerebro con la longevidad o el que demuestra que el envejecimiento ocurre en saltos, y no de forma gradual.Por ahora, el trabajo de Ritter y Rönninger permanece en fase preclínica. La aplicación en humanos exigirá más ensayos que avalen su seguridad y eficacia. Si se confirman estos resultados, podrían abrirse nuevas vías en medicina regenerativa y dermatología, acercando a la práctica clínica una idea que, durante siglos, solo existía en historias y mitos.El artículo La condesa Bathory no estaba loca: la sangre de personas jóvenes ayuda a rejuvenecer según un estudio fue publicado originalmente en Andro4all.