La opa hostil del BBVA al Banco Sabadell se ha convertido en una prueba de resistencia donde cada competidor recurre a todo lo que tiene a mano para exprimir sus posibilidades. Ya van quince meses de tira y afloja, y el último anuncio hecho por el banco de origen vasco, asegurando que no tiene intención de desistir pese a la exhibición de fuerza del Sabadell en la junta extraordinaria de accionistas de la semana pasada, garantiza alargar la trama un poco más. Al final, no habrá reparto de medallas, pero nadie acepta que lo importante sea participar. Seguir leyendo