Trágica jornada la de ayer en la lucha contra unos incendios forestales que no dan tregua en Castilla y León. Con el fuego consumiendo hectáreas impulsado por el cocktail explosivo de elevadas temperaturas al borde de los 40 grados, vientos con rachas fuertes y cambiantes y tormentas secas que al descargar sus rayos encuentran un frondoso y deshidratado material en el que prender. Una lucha aciaga con más de una veintena que permanecían activos al cierre de esta edición tras una compleja jornada que costaba la vida a una persona. Se trata de un hombre de 35 años que estaba colaborando en el dispositivo frente al voraz fuego declarado el domingo en Molezuelas de la Carballeda (Zamora) y que el lunes entraba en la provincia de León. «Se había autorizado su incorporación» a los trabajos como voluntario «con una maquinaria particular -una desbrozadora-», según explicó anoche el consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones. Tanto al fallecido como a otra persona las atraparon «dos lenguas de fuego» en la zona de Nogarejas, en la comarca leonesa de La Valdería. Y al menos otra docena de personas resultaron heridas de diversa consideración en varios incendios declarados en las provincias de León y Zamora, las que están siendo azotadas con más virulencia. Uno de ellos fue trasladado al Complejo Asistencial Universitario de León, mientras que otros dos fueron ingresados en la UCI de Zamora. Además, otras tantas personas procedentes del fuego de Puercas -en concreto, de la localidad de Abejera- tuvieron que acudir a urgencias y «entre seis y ocho personas» solicitaron atención médica en la zona de Tábara por contar con heridas de poca gravedad. El Rey Felipe VI transmitió al presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco «su pesar por el voluntario fallecido y su cariño a todas las personas en estos momentos tan duros». A las condolencias se sumó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el delegado del Gobierno en la Comunidad, Nicanor Sen. También el dirigente regional lamentó «profundamente» el fallecimiento del voluntario y, en un mensaje en la red social 'X' deseó la «rápida recuperación» de las personas heridas. Asimismo, pidió «mucha precaución» y que «se sigan las indicaciones de las autoridades en todo momento» en las zonas afectadas. Los incendios que mantienen en jaque a la Comunidad provocaron también una sucesión de desalojos en una lista cada vez más larga de pueblos cercados por las llamas y con densas humaredas dominando el horizonte, incluida una residencia de mayores de La Bañeza (León). Hasta siete incendios llegaron a estar en IGR (Índice de Gravedad Potencial) dos (en una escala de 0 a 2) en una Comunidad que también tiene elevado al dos la situación operativa por la simultaneidad de los focos. Zamora y León son las provincias más afectadas, pero no las únicas, pues también en las de Palencia y Salamanca se encendieron las alarmas. Unas 6.000 personas de una treintena de pueblos se veían ayer obligadas a estar lejos de sus casas por los incendios más voraces: los de Yeres, Paradiña y Llamas de la Cabrera, en León; el de Molezuelas de la Cabrera, que saltó de Zamora a León, el virulento del zamorano Puercas, y Resoba, en plena Montaña Palentina. Hacia las viviendas en la periferia del casco urgano se dirígía a gran velocidad el fuego declarado sobre las 13.30 en Martín de Yeltes (Salamanca), que elevaba también rápidamente el nivel de riesgo, aunque en unas horas se lograba rebajar tras frenar el avance. Donde están siendo muy complejas las labores es en el de Molezuelas de la Cabrera, que desde que comenzaba a arder el domingo en torno a las 14.30 horas ha puesto en jaque a los vecinos de más de veinte localidades. Primero en la provincia de Zamora -donde había devorado unas 3.500 hectáreaas- y ayer especialmente en la de León, donde ya se había adentrado en la tarde del lunes y siguió avanzando en su rastro de cenizas. Las evacuaciones se sucedieron durante el día en tierras leonesas, en una labor que no resultó fácil. Ni para los vecinos que tenían que salir y dejar atrás sus posesiones ni para la Guardia Civil, que tuvo que acudir a Castrolobón y Esteban de Nogales para recordar la obligatoriedad del desalojo a los renuentes a hacerlo, entre ellos el alcalde, el socialista Luis Antonio Cenador, informa Ical. También con petición expresa a que no salgan con sus aperos a intentar poner coto a las llamas debido a la peligrosidad y que atiendan a la llamada de salir, por mucha premura con la que llegue, apuntó el delegado del Gobierno, Nicanor Sen. Sólo por este fuego, unas 5.000 personas de más de veinte pueblos permanecían al caer la noche evacuadas, con instalaciones habilitadas y atendidas por Cruz Roja en La Bañeza y Camarzana de Tera. Y muy compleja también la situación en el declarado en Puercas, que en un continuo cambio de viento llevó el frente hacia Losacio, donde los peores temores hicieron revivir con dolor el segundo fuego declarado en la zamorana sierra de la Culebra en el negro verano de 2022. También después hacia Abejera de Tábara, donde algunas construcciones fueron alcanzadas en cuestión de minutos por las llamas impulsadas por el fuerte viento ante la impotencia de unos vecinos que salían precipitadamente de sus casas hacia las instalaciones habilitadas para su cobijo en Alcañices y Tábara. Valer, Sarracín, Riofrío, Bercianos... también en la cada vez más larga lista de evacuados por unos fuegos que no dan tregua. Unas llamas que provocaron heridas a al menos seis personas en Abejera, con quemaduras de diversa consideración, además de varios intoxicados por humo. Todo después de una larga noche «en vela» viendo cómo el fuego «pegaba cada zambombazo que no se sabía para dónde iba», como reconocía Pascual Blanco Martín, alcalde de Gallegos del Río, municipio al que pertenece Puercas. En una nueva jornada que se complicó otra vez con la tarde al menos hubo alguna noticia positiva, como la posibilidad de regresar a sus casas de los vecinos de Las Médulas, Orellán y Carrucedo, además de poder dejar el confinamiento los de Borrrenes y Chana, por el incendio de Yeres (León), el que afectaba al espacio natural de Las Médulas, declarado bien Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y donde el negro ha ganado terreno al verde y ocre. No así los de Voces, que debido a la lengua de fuego que bajaba hacia el pueblo tuvieron que permenecer fuera otro día más. Por el de Llamas de la Cabrera se decretaba también la evacuación de Peñalba de Santiago, además de permenecer también fuera de sus pueblos en Valdueza, Santalavilla, Ferradillo y el propio pueblo donde se originó el domingo.