El pasado 9 de agosto, Diana Morant afirmaba que «necesitamos recuperar la humanidad. Es momento de reflexionar». El pasado lunes, Óscar Puente, ministro de Transportes, demostró su 'excelsa' sensibilidad y empatía al bromear con los incendios que están asolando diferentes puntos de España. Su instrumentalización una tragedia de tal calado para atacar a la oposición evidencia que no tiene sentido alguno de responsabilidad o institucionalidad y, por lo tanto, no puede seguir ocupando el cargo que ostenta. Mientras Puente actualiza sus publicaciones en redes sociales, la situación ferroviaria sigue siendo desoladora con miles de viajeros afectados. Pero el ministro no tiene nada mejor que hacer que escribir chistes de mal gusto y arremeter a diestro y siniestro. Nicolás Lipperheide . Bilbao