Licinia Logas fue una de las mujeres más poderosas de la Antikaria romana. Murió a los 35 años y fue enterrada muy cerca de la espectacular villa propiedad de su familia, los Licinios. Como ella, durante generaciones se dedicaron a la producción de aceite de oliva en las tierras de la Bética romana, convertidos en algo parecido al actual gigante empresarial Dcoop, también de Antequera, pero en versión familiar. Mostraron su poderío en una casa que fue puro lujo para impresionar a las visitas y que, 16 siglos después, sigue sorprendiendo convertida ya en yacimiento arqueológico. Solo se ha excavado una cuarta parte de sus 23.000 metros cuadrados de singular arquitectura aterrazada, pero ya se ha encontrado el mosaico geométrico conocido más grande de la península Ibérica, una de las escasas esculturas de hipopótamo del imperio romano, decenas de teselas áureas y mármoles llegados de medio planeta. Todo ello se puede ver, tras más de dos décadas de excavaciones, en la bautizada como Villa Romana de la Estación, al norte de la localidad malagueña de Antequera (41.619 habitantes), que abrió al público el 17 de julio. Seguir leyendo