Desde el triste fallecimiento de Michu no ha dejado de hablarse de que Ortega Cano podría ser quien se hiciera cargo de la tutela de su nieta, algo sobre lo que él todavía no se ha pronunciado y que no puede darse por supuesto, aunque económicamente sí podría asumirlo. Siempre se ha dicho aquello de que «cuando menos te lo esperas, la vida te da un vuelco», y todos hemos vivido momentos en los que hemos sentido que, efectivamente, así era. Eso es precisamente lo que le ha sucedido a la familia y amigos de María Rodríguez, más conocida como Michu, quien falleció el pasado lunes 7 de julio a causa de varios infartos encadenados en el momento en que menos lo esperaba. Ella padecía una afección cardíaca congénita y estaba esperando un trasplante. Era consciente de su estado, pero jamás imaginó este final, y menos aún con tan solo 33 años y dejando a una hija de ocho. Una niña en torno a la que ahora se abren muchas preguntas. Siempre vivió en Cádiz junto a su madre y la familia materna, formada sobre todo por su abuela y su tía. Sin embargo, en los últimos años también mantuvo muy buena relación con su familia paterna, compuesta por su padre, José Fernando Ortega Cano, su tía Gloria Camila y su abuelo José Ortega Cano. Según parece, Michu habría dejado dicho que, si algo le ocurría, deseaba que su hija viviera con ellos. Fue Kike Calleja, en 'Vamos a Ver', quien explicó la mañana del martes que «Michu le habría comentado a una amiga y a la familia de Ortega, de hecho, lo dejó por escrito, que si en algún momento le pasaba algo, quería que la niña se quedara con Ortega Cano ». Y, según se avanzó en el mismo programa el miércoles, él no tendría problema alguno en hacerse cargo de la pequeña, aunque, por ahora, la madre de Michu ha dicho que estará con ella. Su padre no puede hacerse cargo de la niña porque desde 2017 está ingresado en el centro psiquiátrico San Juan de Dios, como parte de una orden judicial. Aunque se encuentra en régimen de semilibertad, tal y como se ha publicado, necesitaría ayuda para hacerse cargo de su hija, aunque en estos días ha demostrado que está apoyándola y permanece a su lado. Y esa ayuda es José Ortega Cano, quien es tutor legal de José Fernando y, por tanto, pasaría a serlo también de la pequeña Rocío, que tiene ocho años. No sería la única persona a su cargo. También lo es su hijo José María, por quien pasa una pensión mensual a su exmujer Ana María Aldón y de cuyos estudios y necesidades se hace cargo, además de sus propios gastos y de su casa . A todo esto ahora se sumarían los gastos de su nieta. ¿Puede Ortega Cano hacer frente a esta situación? La respuesta corta parece evidente: sí. Sin embargo, ABC ha querido indagar un poco más para conocer cuál es su situación económica real. La verdad es que resulta difícil hacerse una idea exacta de sus cuentas, pues, por ejemplo, mantiene tres sociedades activas y en ninguna de ellas se han actualizado las cuentas en los últimos cinco años. Baserma y Chipigena se dedican al cultivo y explotación agrícola, mientras que Orteunión Espectáculos se ocupa de la organización de festejos taurinos. Las dos primeras presentaron sus últimas cuentas en 2016 con resultados negativos, y la última, en 2017, reflejaba deudas superiores a los 900.000 euros. Una situación poco halagüeña que bien puede haber cambiado con el paso de los años, aunque no se hayan presentado los nuevos resultados, algo que en este caso es perfectamente legal. Lo que sí mantiene son sus propiedades, varias y bien valoradas, que suponen un patrimonio importante. Tiene la casa en Madrid en la que vive, situada en una urbanización al norte de la ciudad, donde el metro cuadrado está valorado en torno a los 4.000 euros (nota: revisa este dato, pues en el original ponía 400 euros/m², muy por debajo del mercado), un precio elevado, más teniendo en cuenta que su casa cuenta con 690 metros cuadrados distribuidos en tres plantas sobre un terreno de 1.890 m². Es la vivienda en la que reside con Marina, la persona que trabaja desde hace años en su casa, su hijo pequeño cuando le corresponde estar con él y su hijo mayor cuando tiene permiso en el centro donde está ingresado. La vivienda, además, está totalmente reformada, pues durante su matrimonio con Ana María realizaron diversas obras para darle un aire más actual. Hace un año se publicó que sobre esta propiedad pesaban dos embargos por deudas con el ayuntamiento y con un tercero al que él habría avalado, pero él le restó importancia y, en todo caso, eran de un importe menor al valor de la propiedad, por lo que no parece que corra peligro alguno. Además, cuenta con tres locales comerciales al norte de Madrid , dos de ellos alquilados casi de manera permanente, lo que le reporta un beneficio mensual, y un piso en Costa Ballena (Cádiz), donde toda la familia, en conjunto o por partes, acude de vacaciones cada verano. En definitiva, todo indica que encargarse de los gastos relacionados con su nieta no debería ser un problema para él , ni para su hijo pequeño ni para el resto de la familia en cuanto al reto económico que supone. Más allá de eso, habrá que pensar en el bienestar de la pequeña, y todavía no está claro qué ocurrirá con ella. Por ahora, permanece en Cádiz, y toda la familia está unida a su alrededor para apoyarla en este duro momento.