Los Caños se muere, la playa de El Pirata agoniza: "Ruina para el de aquí, decepción para el visitante, abandono extremo"

Wait 5 sec.

Para muchos de los que viven junto a una playa, en esta parte del mundo y en otras muchas, la orilla es más que un trozo de mar que les corresponde.Es memoria infantil, caja de recuerdos amorosos y familiares, parque, gimnasio, refugio en caso de dolor agudo, sala sin techo ni paredes para la meditación y el placer.También fue y es, en bastantes casos, cada vez más, una fuente de trabajo e ingresos, el motor que funciona con olas y trae visitantes, o desesperados emigrantes, para mantener activa las cadenas de hacer dinero.Irene, trabajadora del restaurante El Pirata, sobre la playa desaparecida.  JUAN CARLOS TOROPara muchos de los que vienen del interior a la playa, siquiera una semana santificada o estival, quizás muchas cada año, es la recompensa, el refugio y la promesa de un descanso que sueñan el resto del tiempo.Dañar una playa, por acción guarra de los usuarios u omisión administrativa, es mucho más que estropear el paisaje y la naturaleza, en esta parte del mundo y en otras muchas.Las caras con las que vecinos y trabajadores de la playa de El Pirata, en Los Caños de Meca, miran su costa pedregosa provocan tanta lástima como el rocódromo mismo.Tormentas y desperfectosUna racha desconocida de tormentas en los tres primeros meses del año 2025 ha sido el tiro de gracia tras una década de difícil mantenimiento, cuando no abandono, y medio siglo de dificultosa lucha contra la naturaleza de la playa (que es la visible ahora).Todos los elementos juntos han convertido El Pirata en un lugar inhóspito, quizás el que fue antes de 1970. Sea su estado originario o no, el hecho es que provoca ahora más temor que placer.Una vecina observa, este pasado jueves, los trabajos sobre la playa de Los Caños.  JUAN CARLOS TORO"Mejor vamos a buscar otra", resume un padre treintañero y la última camiseta de la selección alemana de fútbol. Habla con acento neutro, castellano, tras asomarse a una de las escaleras, con una sombrilla colgada del hombro por una cuerda y una silla de playa en la mano.Su rápido diagnóstico, y la inmediata media vuelta hacia el coche, parece querer ahorrar a los dos niños que le acompañan la contemplación de un pequeño desastre, un gran chasco.Un nublado en julio que agudiza la melaconlíaEl nublado del segundo fin de semana de julio hace más pronunciada la melancolía. La playa de El Pirata solía ser un rincón, en Los Caños de Meca, ligado formalmente a Barbate, propio de fantasías exóticas. Invitaba a imaginar escenas de sol, paz, amor y lujo sencillo.En el verano de 2025 apenas puede acoger el rodaje de alguna película bélica, o apocalíptica, de zombis y terror. La pérdida de tres metros, tres, de altura de arena deja al descubierto una infinita hilera de rocas amenazantes y puntiagudas.La pleamar hace desaparecer la playa casi por completo.  JUAN CARLOS TOROResulta complicado buscar un lugar en el que pueda extenderse una toalla, abrirse una tumbona, colocarse una sóla persona.Los vecinos de todo el año, unos pocos cientos de fieles, y los empresarios o autónomos con intereses alrededor -en algunos casos son los mismos- dan por perdida la playa de sus sueños y sus clientes. "No es que esté mal, es que ha desaparecido".Las versiones sobre las causas son numerosas. Cuando se pregunta por qué no se ha recargado arena, Manuel, un trabajador de hostelería en un local cercano al faro de Trafalgar, afirma: "No es que traigan o no traigan arena, es que se la llevan. Yo lo he visto".Sea o no cierta esa acusación de robo, considerada un bulo por otros residentes, la coincidencia unánime es que no se ha cuidado la playa de El Pirata. Esa sensación, en materia de limpieza y residuos, abastecimiento de servicios básicos, es extensible a todo Los Caños."¿Por qué este abandono? En alguna de las playas de Los Caños, en la zona de Castillejos, hemos sido los vecinos los que hemos tenido que ponernos a mejorar un poco los accesos y la orilla, con nuestro dinero y con nuestras manos".El acceso al restaurante El Pirata muestra un largo pedregal.  JUAN CARLOS TOROMás vecinos median en la conversación y aseguran que hay playas del entorno, "como Marisucia", que "al menos se arreglan un poco, se limpian de tarde en tarde. En El Pirata, nada".A la desaparición de la arena se suma una plaga de algas invasoras que afecta a toda la costa de la provincia de Cádiz, sin excepciones, desde Tarifa hasta Sanlúcar: "Las algas ya ni las recogen. Quitaron algunas hace unos años pero ya se han rendido"."El abandono es total y no sólo en la orilla", claman residentes y trabajadores ante el estado de carreteras, accesos o limpiezaLa empresaria Eugenia Martín, de Limpiezas Trafalgar, una empresa afectada como todas en la zona por el desastre playero afirma que la situación del verano 2025 amenaza con destrozar el prestigio de la zona, la llegada de visitantes y, por tanto, los ingresos de casi todos."Es una pena. No podemos hacer nada contra esta falta de arena. No se cuida la playa de El Pirata y otras sí se atienden. El abandono es total y no sólo en la orilla. Los carriles están fatal, son un peligro para los ciclistas y las motos, llenos de baches, las escaleras cada vez peor".Trabajos de montaje de un chiringuito en una estrecha franja de arena.  JUAN CARLOS TOROSu preocupación por la seguridad es un elemento nuevo que apenas aparece en otras quejas, más centradas en los servicios públicos y el desastre paisajístico: "Una playa así, sin arena, llena de rocas por todas partes puede provocar heridas a los surfistas, a los niños".Una vecina, también empresaria, María José, resume el sentir de casi todos los que viven y trabajan en Los Caños de Meca, sea alrededor de la playa de El Pirata o en otros enclaves próximos."Los carriles están llenos de baches, son un peligro, y una playa así puede provocar heridas a los surfistas, a los niños""La sensación es una pena muy grande para los que estamos aquí todo el año pero lo peor es que es una decepción muy grande para los que vienen a veranear"."Hasta el lugar más maravilloso del mundo merece un poco de cuidado, un mínimo mantenimiento, higiene". Para Marco, un italiano que lleva 19 años en Los Caños y alterna hostelería con artesanía, la situación de El Pirata, casi ex playa, es una consecuencia lógica.Tres bañistas, rodeados de rocas en la playa de El Pirata.  JUAN CARLOS TORO"Desde que llegué aquí, la limpieza y la recogida de basura ido a peor cada año. Las obras en las bajadas a la playa, cada vez menos. Las carreteras y las calles, cada vez peor. Y cada vez venía más gente"."El resultado es lo de este año. El abandono trae esta ruina, esto es un desastre pero, desde luego, se veía venir hace tiempo, no es de un día ni de este invierno por tanta lluvia"."¿Quién va a querer venir a esta playa?"Los que miran con lástima hacia la playa de El Pirata dan por seguro que su estado tendrá consecuencias en la economía de la zona, inmediatas y severas: "Este año ya se ha notado menos movimiento y es normal ¿quién va a querer venir a esta playa?".Incluso hablan de inversiones frustradas: "Dani, el del restaurante La Posada, iba a montar un chiringuito estupendo y no sabemos si podrá, si tendrá que renunciar o seguirá adelante, aunque parece difícil en este estado".El empresario no confirma ni desmiente ese proyecto ni la posible cancelación obligada por las circunstancias. Sobre la arena hay operarios que colocan tablones.Pasear por la orilla se ha convertido en tarea difícil y peligrosa.  JUAN CARLOS TOROIrene, una trabajadora "desde siempre" del restaurante El Pirata, sobre la playa dañada resume la situación de los trabajadores afectados: "La gente viene, ve que no hay playa y se va. Este año hay muchas cancelaciones. Algunos días hemos tenido 40"."En los dos últimos años tuvimos el problema de las algas pero lo de ahora es peor, es que no hay playa, no está. Y sin playa, aquí, no ha nada. No podemos pagar impuestos si no tenemos trabajo y sin playa se acaba el trabajo".Esta trabajadora también teme por la instalación "del chiringuito La Morena, es que nadie sabe si tendrá sitio sobre el que ponerse en la arena. Es una situación muy difícil".El local central de la zona se aferra a su trayectoria pero otros no la tienen: "Nosotros, en el restaurante El Pirata, ya tenemos una clientela fija de años y podemos aguantar por ahora. Si esto le pasa a un restaurante nuevo, tiene que cerrar".¿Ayuntamiento, Costas, la naturaleza?Una vez establecidos los daños quedan por aclarar las responsabilidades. Vecinos y trabajadores culpan al Ayuntamiento de Barbate de pasividad e inacción. El gobierno local barbateño niega esas acusaciones, reivindica el trabajo hecho y culpa al Gobierno, a Costas."Las playas no son competencia de los ayuntamientos ni de la Diputación Provincial. Si hablamos de turismo, lo primero es garantizar la sostenibilidad del litoral", afirma una fuente municipal oficial barbateña.El Ayuntamiento de Barbate lleva "meses, años pidiendo a la Demarcación de Costas que reconsidere su postura de no realimentar de arena la playa de Los Caños de Meca que va desde la zona posterior a los apartamentos hasta la punta, conocida como El Pirata".El Ayuntamiento de Barbate pide nuevas recargas de arena y el Gobierno las descarta por inútiles: "Dura un año"La institución municipal reconoce las proporciones del desastre, innegableen lo turístico, discutible en lo medioambiental: "La pérdida de arena hace que todo ese frente litoral se presente casi sin arena, lleno de piedras y rocas, prácticamente sin playa en las horas de pleamar".Costas responde, nota oficial, que realizó aportaciones de arena en esa playa de Los Caños de Meca durante los años 2015, 2016, 2018 y 2019. "Posteriormente también se han realizado aportes con arena extraída de la carretera de acceso al Faro de Trafalgar".La playa de El Pirata, con la de Marisucia y el Faro de Trafalgar al fondo.  JUAN CARLOS TOROEsas recargas de arena siempre resultan insuficientes, desaparecen. "Unos se pasan la pelota a otros, unos dicen que la culpa es del otro pero la situación es la que se puede ver", resume Eugenia Martín."Todos estos aportes han sido infructuosos a corto plazo. Rápidamente, la acción de la dinámica litoral ha vuelto a dejar el perfil de playa prexistente", detalla Costas en su informe más reciente.Costas recuerda la dura realidad: "El estado natural de la playa, originario, es el que tiene actualmente""Es necesario resaltar que el estado natural, originario, de dicha playa es el que tiene actualmente", asegura la entidad estatal. Para demostrar su teoría, que la playa era así inicialmente, antes de la intervención humana, aporta fotografías aéreas desde el año 1956."La forma en planta no ha evolucionado en estos 70 años, por lo que salvo por pequeños cambios anuales, debe afirmarse que es una playa estable. Se trata de una playa confinada y, por tanto, estabilizada".¿El Pirata es una playa artificial?Eso sí, recuerda que según los especialistas tiene "carácter mareal" lo que significa que con pleamar deja de existir de forma natural, "prácticamente sin arena seca, de ahí que las diferentes realimentaciones tengan una permanencia mínima, inferior a un año".Costas incluso considera perjudiciales las recargas. Defiende que las arenas aportadas «vienen perdiéndose por el pie de playa, cubriendo en algún caso el arrecife sumergido existente, de gran valor ecológico».Con ese argumento conservacionista, concluye «no proceder en lo sucesivo a realimentaciones de arena, de manera que se mantenga el perfil de playa natural".El conflicto central sería, por tanto, que su estado natural es el actual, antiturístico, y no el conocido por varias generaciones entre los años 70 y las dos primeras décadas del siglo XXI.Trabajos de instalación en la playa, este jueves.  JUAN CARLOS TOROEl Ayuntamiento de Barbate discrepa "por la necesidad de preservar la playa como un espacio accesible y seguro para sus usuarios, sobre todo en la temporada estival, al ser Los Caños de Meca uno de los mayores atractivos para el turismo de la localidad".El gobierno local antepone "garantizar la accesibilidad y el disfrute de la playa en temporada estival", aunque admite "la baja permanencia, inferior a un año" de la arena que se recargue.Como medida a medio plazo, propone "otras medidas de estabilización para evaluar la estabilización costera, tales como la construcción de sistemas de retención de sedimentos", es decir, espigones y pequeños diques que alteren el efecto natural de las mareas.