La parroquia de Santo Tomé impulsa un parking en altura con 27 plazas y cinco viviendas en la Judería de Toledo

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La parroquia de Santo Tomé ha dado un paso definitivo para recuperar dos parcelas de suelo urbano consolidado ubicadas en la calle del Ángel, esquina con Caños de Oro, que permanecían en estado de abandono desde hace más de una década, circunstancia que convertía esta vacío urbanos en uno de los 'puntos negros' del barrio de la Judería. Tras adquirir la propiedad en septiembre de 2024, la parroquia ha promovido un Plan Especial de Reforma Interior (PERIM) que este lunes llega a la Comisión de Planeamiento del Ayuntamiento de Toledo con el informe favorable de los técnicos de Urbanismo. El proyecto, que tras su paso por la Comisión saldrá a información pública, plantea un cambio de uso urbanístico de ambas parcelas, actualmente calificadas como residenciales, para permitir la construcción de un aparcamiento en altura que albergará 27 plazas de garaje y de cinco viviendas, todo ello integrado dentro del marco de ordenación que establece el Plan Especial del Casco Histórico (PECHT). El anteproyecto, redactado por AMA Estudio de Arquitectura, prevé un inmueble de planta baja más dos alturas, en el que las viviendas tendrán superficies útiles comprendidas entre los 47,72 y los 95,72 metros cuadrados, según recoge la documentación técnica. La iniciativa, que se plantea en un ámbito que tiene una superficie de 295,50 metros cuadrados, no es ajena al modelo de gestión que la parroquia viene desarrollando desde hace años, más allá del ámbito puramente religioso. En su entorno más próximo gestiona el hotel ‘Greco Rooms’ y la cafetería ‘Petit Café El Greco’, ambos tematizados en torno a la figura de El Greco, autor del icónico ‘Entierro del Señor de Orgaz’ que cuelga en la iglesia de Santo Tomé. El PERIM plantea una modificación de la ordenación estructural recogida en el Plan General de 1986 y el PECHT. El uso global mayoritario pasa a ser el de equipamiento privado (garaje), con el uso residencial como compatible. Aunque el nuevo diseño incrementa la ocupación de la planta al 100%, se mantiene la altura máxima de tres plantas (baja + dos) y 10 metros de cornisa, según lo estipulado en el planeamiento vigente. La nueva edificabilidad asciende a 894,19 metros cuadrados, superior a los 731,43 originalmente previstos, pero no implica un aumento del aprovechamiento lucrativo. Y es que al asignarse el uso mayoritario a garaje —que tiene un coeficiente de aprovechamiento de solo 0,40 frente al 1,35 del uso residencial—, el total de unidades de aprovechamiento se reduce a 576,54, frente a las 987,43 permitidas originalmente. La consecuencia: un menor rendimiento económico, pero una funcionalidad urbana que los técnicos municipales valoran como positiva. El garaje se distribuye en tres niveles, dos de ellos presumiblemente bajo rasante, en una solución que parece adaptarse a la pendiente natural del solar, según se deduce de los planos topográficos del anteproyecto. Las cinco viviendas se ubican exclusivamente en las dos plantas superiores, lo que permite cumplir con la limitación de “planta baja más dos” exigida por el PECHT. El informe urbanístico emitido por el Ayuntamiento concluye que el plan “contribuye a la revitalización del Casco Histórico” y subraya que el nuevo uso “permitirá mitigar la presión del aparcamiento en superficie que afecta a los callejones adyacentes del eje monumental del barrio de la Judería”. Además, considera que el uso de las plantas bajas —habitualmente deficitarias en iluminación y ventilación— para albergar garajes contribuye a un desarrollo más sostenible y funcional del entorno. El Plan Especial deberá contar con el visto bueno de la Comisión Regional de Ordenación del Territorio y Urbanismo, al proponer un incremento de edificabilidad respecto al planeamiento general vigente, así como con el informe del Servicio de Patrimonio Histórico, dado que el solar se encuentra en un entorno protegido del Casco histórico. Ambos pronunciamientos son necesarios para que el PERIM pueda ver de forma definitiva la luz. La intervención afecta a un solar con elementos patrimoniales documentados. En estudios previos de 2005 y 2006 dirigidos por Arturo Ruiz Taboada y Beatriz Martín, se identificaron estructuras de interés como una columna de granito, brocales de pozo, un sótano abovedado y un arco de ladrillo, además de la portada de piedra aún visible en la calle del Ángel, decorada con un cordón franciscano labrado, un motivo arquitectónico propio de edificaciones vinculadas a órdenes religiosas o familias con influencia en el Toledo conventual. En 2015 y 2016 el Ayuntamiento emitió órdenes de ejecución por riesgo de derrumbe, lo que culminó con la demolición casi total del inmueble en 2018 bajo la supervisión arqueológica de Antonio Gómez Laguna y Gema Garrido. En febrero de 2025, ya en manos de la parroquia, se encargó a los arqueólogos Javier Peces Pérez y Samuel Rodríguez Martín una propuesta de excavación en área que incluye la retirada del manto de escombros, el picado de los muros existentes, la excavación completa del solar y la posterior redacción de la memoria arqueológica.