Suena la música en las calles de Toulouse. No circula un coche por el centro, metros y metros de vallas, llega el Tour y es imposible no enterarse. La ciudad goza de cierta tranquilidad. No se oye un ruido de motor. Todo parece en calma, como si la capital occitana quisiera anunciar la llegada de los Pirineos antes de tiempo.Seguir leyendo....