Torre Pacheco, el espejo de las dos Españas políticas que se juegan el próximo ciclo electoral

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Las imágenes llenan los televisores del país. Desde el pasado sábado, grupos ultras han llamado “a cazar” a los marroquíes en la localidad murciana de Torre Pacheco. La migración se ha colado en todas las conversaciones y ha removido el tablero político agrandando el abismo entre los dos grandes bloques.España vive en una situación permanente preelectoral, ahora agudizada por las dificultades del Gobierno por el caso Cerdán. Y el debate migratorio coge fuerza, como buscan las derechas, al estilo de lo que ha pasado en otros países, como EEUU e Italia, donde el discurso racista ha otorgado victorias electorales, respectivamente, a Donald Trump y a Giorgia Meloni, en Italia, y ha llevado a mejorar sus resultados a fuerzas como AfD en Alemania.Vox, que crece en intención de voto según las encuestas, busca en Torre Pacheco expandir ese discurso que explotó a otro nivel ya la semana pasada con la propuesta de Rocío de Meer, diputada por Almería, de repatriar a unos ocho millones de migrantes a sus países. El líder regional de la ultraderecha, José Ángel Antelo, ha acudido en persona a la localidad murciana para caldear el ambiente, impulsado por grupos ultras llegados de otros puntos de España con el único objetivo de emprender esa cacería contra la comunidad marroquí.Desde su creación, Vox ha tenido la migración como uno de sus grandes frentes políticos. Incluso llegó a romper en julio del año pasado todos los gobiernos autonómicos de coalición con el Partido Popular por su oposición a la distribución por las comunidades de los menores no acompañados que han llegado a Canarias. Pero quiere ir todavía mucho más allá.Su líder, Santiago Abascal, no ha condenado explícitamente la violencia de los grupos ultra en Torre Pacheco y se ha limitado genéricamente a decir: “Condenamos la violencia importada por el bipartidismo y todas las consecuencias violentas que se producen por responsabilidad exclusiva del Partido Popular y del Partido Socialista, que llevan durante décadas trayendo inmigración ilegal que trae un aumento de las violaciones, un aumento de la criminalidad y además provoca la desesperación de nuestro pueblo. Nuestra condena a las políticas del bipartidismo y la manipulación de los medios de comunicación es total y sin ambages”.El Partido Popular, que ha querido hacer de su último congreso un viaje a la moderación, ha decidido enfrentarse a la situación, en cambio, sin entrar en el choque con Vox. En la propia Murcia el líder regional, Fernando López Miras, acaba de firmar hace unos días un acuerdo para aprobar los próximos presupuestos generales. Su Ejecutivo depende de la ultraderecha. Conscientes de que Vox rasca con ese discurso, los populares han endurecido sus posicionamientos en la ponencia que aprobó su cónclave al plantear limitar la regularización por arraigo y la reagrupación familiar de migrantes, eliminar prestaciones a migrantes en situación irregular, ligar la residencia de larga duración a las cotizaciones y el conocimiento de la cultura española y primar la migración de aquellos culturalmente cercanos.El propio Feijóo ha radicalizado en las últimas horas su discurso y en un acto este miércoles exigió la deportación "inmediata" de los extranjeros en situación irregular que delincan: ”La inmigración irregular que viene a incumplir las leyes o a vivir de políticas sociales, evidentemente no va a ser bienvenida en el país". El líder conservador llegó a decir que España es “donde más inmigración irregular ha entrado en 2023 y 2024”. “Y veremos en 2025”, añadió, unos datos que no se corresponden con la realidad, pues Italia superó a España.Según el último barómetros del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), los españoles sitúan la inmigración como el tercer problema del país (solo es superado por la vivienda y la corrupción). El porcentaje más alto de preocupación se registra entre los jóvenes (es citado por el 23,5% de aquellos que tienen entre 18 y 24 años, mientras que los menos preocupados son los mayores de 75 años). Y los electorados de Vox y Junts son a los que más preocupa este fenómeno (con porcentajes del 37,2% y del 33,2%); por detrás de ellos, los votantes del PP (22,9%). Muy por encima de los que apoyan al PSOE (13,5%) y Sumar (4,5%).El Gobierno de coalición es consciente de que el debate migratorio es fertilizante para el crecimiento de las derechas, como se ha comprobado en el resto de Europa. Pero en el Ejecutivo creen que hay que dar la batalla sobre esta cuestión y desmontar a las derechas con un discurso en el que se mezclen los datos, un toque humanista y con el recuerdo de que España ha sido durante décadas una nación de migrantes. Además, desde Sumar presionan al PSOE para reactivar la agenda social, que entienden como la mejor herramienta para combatir los discursos del odio.Este debate ha coincidido con la visita del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a Nuakchot, donde los gobiernos de España y Mauritania firmaron este miércoles en la primera reunión de alto nivel un acuerdo para la profundización de su colaboración en favor de una migración segura y ordenada y para luchar contra la de carácter irregular.El líder socialista quiso mandar un mensaje también en clave de política interna: "Hoy día, el progreso y la buena situación económica de España deben mucho a la aportación de la migración que ha ido a desarrollar un proyecto de vida".El Ejecutivo de coalición quiere confrontar el discurso de las derechas y la titular de Educación y portavoz del Gobierno señaló directamente a Vox en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, acusando a la ultraderecha de incitar al odio, además de denunciar el silencio “cómplice” del PP.Fuentes del entorno del presidente hacen esta reflexión: “Vemos una tremenda deriva del PP y Feijóo hacia la extrema derecha que no se había producido nunca antes en el principal partido conservador. Feijóo está comprando sin despeinarse los bulos y las fake news de los ultras respecto a la inmigración, hablando de criminalidad sin datos ni criterio, como si fuese un youtuber más de esa caverna. España es un ejemplo de integración, y Feijóo lo sabe, pero miente para cazar votos de Vox”.Resaltan estas fuentes socialistas: “Torre Pacheco tiene un índice de criminalidad que está en la media nacional. Los inmigrantes del pueblo trabajan en el campo, consumen en las tiendas y hacen una vida perfectamente normal. Claro que todos queremos que se condene a los agresores de un jubilado, pero lo que Feijóo no dice es que los ultras quieren usar ese suceso para provocar un estallido social. Y, o bien se pone de perfil, o compra el relato ultra. Desde luego la España real no es la de los rapados, tatuajes ultras y escuadristas que se han dado cita en Torre Pacheco para cazar inmigrantes. La España real no es la de Vito Quiles ni Ndongo. Por eso, esa España nunca puede gobernar el país. Sería una catástrofe de magnitudes difíciles de calificar. Si Feijóo gobierna, sería lo mismo porque los necesita”.