Ventana indiscreta: Los elegidos

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Don Aniceto ejerció de vicario, ayudando al gobierno de la diócesis. El obispo oficiaba, pero él era quién hacía y deshacía. Tenía un grupo de monjas a su servicio que se levantaba antes del amanecer para prepararle el desayuno, comida, cena, la casa arreglada, la ropa lavada y planchada. Otros se encargaban de las labores logísticas y administrativas. Ninguno se acostaba hasta que el vicario descansaba plácidamente en sus aposentos. Llegó la jubilación y, no tuvo otra alternativa debido a "ciertas limitaciones" que ingresar en una residencia de la tercera edad. El primer día, fue acompañado por el obispo y lo recibieron con entusiasmo y alharacas, pero dos semanas más tarde, es uno más de todos los residentes. Al principio está sólo en una habitación doble, pero su pensión de 2.200 euros, sólo le da para sus pequeños vicios y cuando ya no hay plazas libres, tiene que compartir. Su "afortunado compañero" es Fabián, que fue comercial farmacéutico un hombre con una gran dosis de paciencia y empatía después de muchos años de trato con los cliente, es un anecdotario andante de cosas que vivió en la botica desde el ¿Ha llegado ya la visagra? o la vez que le pidieron Sexo oral en vez de Sueroral. Hace más de 50 años que no frecuenta una iglesia y sólo cree en el hombre del tiempo. Los primeros días, siempre con él por favor delante, el vicario le da instrucciones: "me traes las zapatillas", "párteme la pastilla", "pásame el albornoz". Ya cansado del servicio a tiempo completo de monaguillo asignado por el "ilustrísimo señor", Fabián decide utilizar sus amplios conocimientos sobre pócimas milagrosas, se pone la bata de Panoramix, mezcla ciertas sustancias que por razones obvias no desvelaré aquí en su totalidad; 2 ramitas de lavanda, 2 cucharadas de moco de gusarajo….., que sirve "religiosamente" en forma de gotas en el café con leche con galletas obligatorio en cualquier institución cerrada que se precie. En una semana el sumo sacerdote ya está atrapado en el limbo, una zona expansiva de subconsciente infinito, que lo hace permanecer escuchando en bucle Radio María. Que díganme ustedes si no es verdad que cuando haces un viaje largo se sintoniza fácilmente en cualquier lugar de la geografía española, al contrario que algunas de las emisoras que te gustan que están en permanente interferencia, Los domingos y fiestas de guardar reza cientos de padre nuestros, ave marías y el credo de Atanasio. Esta es alguna de las historias de aquellos que sienten "elegidos", acostumbrados a ser servidos, a que la vida le ha ido dando todo gracias a factores como la riqueza, el linaje o el estatus social ya sea de nacimiento o adquirido con el paso del tiempo. Aquellos que no saben estar a la altura, hacen, deshacen, ordenan, compran, se sienten inmortales, olvidándose de que existen otros y que nada dura para siempre. Todo es temporal y pasajero. Somos simples mortales,