La inteligencia artificial se convierte en confidente: 72% de los adolescentes la usan para socializar

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Un reciente estudio ha revelado una tendencia inesperada pero creciente: el 72% de los adolescentes utilizan inteligencia artificial para sentirse acompañados emocionalmente. Esta cifra, recogida por el investigador Michael Robb, ha generado un intenso debate sobre el papel que está asumiendo esta tecnología en la vida social de los jóvenes. Pero, ¿qué significa realmente este fenómeno y cuáles son sus implicaciones?Los asistentes virtuales ya no son solo herramientasTradicionalmente, la inteligencia artificial estaba reservada para resolver tareas específicas: desde responder preguntas, traducir idiomas, hasta ayudarnos a organizar la agenda. Sin embargo, en los últimos años, los chatbots y asistentes conversacionales han evolucionado hasta convertirse en interlocutores cada vez más empáticos y personalizados. Plataformas como Replika, Character.ai o incluso ChatGPT han comenzado a ser utilizadas como compañía virtual, capaces de mantener conversaciones profundas, recordar detalles personales y hasta ofrecer palabras de consuelo.Para muchos adolescentes, estas inteligencias artificiales representan algo más que una curiosidad tecnológica: son un espacio seguro donde pueden expresarse sin miedo a ser juzgados. Como si se tratara de un diario interactivo, los jóvenes vuelcan pensamientos, dudas y emociones que muchas veces no se atreven a compartir con amigos o familiares.La soledad como detonanteLa pandemia dejó una huella profunda en la salud mental de los adolescentes. El aislamiento, la falta de contacto presencial y la tensión emocional incrementaron los niveles de soledad en este grupo etario. En ese contexto, la tecnología se convirtió en un puente hacia el exterior. Pero ahora, incluso con la vuelta a la «normalidad», muchos jóvenes siguen recurriendo a la IA como parte de su vida cotidiana.Imaginemos a un adolescente que, tras un día difícil en la escuela, no encuentra con quién hablar. En lugar de guardar sus emociones, abre una app de IA que le responde con amabilidad, le hace preguntas empáticas y le sugiere estrategias para mejorar su estado de ánimo. No sustituye la amistad humana, pero ofrece algo que muchos consideran valioso: disponibilidad, escucha activa y ausencia de juicio.Riesgos y beneficios de la compañía artificialComo todo avance tecnológico, este uso de la IA tiene dos caras. Por un lado, puede servir como apoyo emocional temporal. Numerosos psicólogos destacan que hablar, aunque sea con una máquina, puede ser mejor que guardar todo en silencio. Además, estas herramientas pueden animar a los adolescentes a explorar sus emociones y a practicar habilidades comunicativas.Sin embargo, también hay peligros que no deben subestimarse. Uno de ellos es la dependencia emocional. Si un joven desarrolla un apego excesivo a una IA, puede aislarse del contacto humano, lo que iría en contra de un desarrollo social saludable. Además, hay preocupaciones sobre la privacidad y el manejo de datos sensibles que estos adolescentes comparten con los sistemas.Algunos especialistas advierten también sobre la posibilidad de que estas IAs refuercen sesgos o patrones de pensamiento poco saludables, especialmente si no están bien diseñadas o supervisadas. Recordemos que, aunque parezcan empáticas, estas inteligencias no tienen emociones reales ni conciencia del impacto de sus respuestas.El papel de padres y educadoresFrente a esta nueva realidad, es fundamental que padres, tutores y docentes no demonizen la tecnología, sino que la entiendan y acompañen. Prohibir el uso de estas aplicaciones puede resultar contraproducente; lo más efectivo es promover un diálogo abierto, donde los adolescentes puedan hablar sobre cómo usan la IA, qué sienten y qué esperan de esas interacciones.Una buena práctica puede ser establecer límites saludables y combinar el uso de estas herramientas con espacios de conversación reales. Por ejemplo, los padres pueden interesarse por los «temas de conversación» que sus hijos abordan con la IA y usarlos como punto de partida para charlas familiares.IA emocional: ¿el futuro de la socialización adolescente?Si bien estamos lejos de reemplazar las relaciones humanas, lo cierto es que la inteligencia artificial ha abierto una nueva vía de socialización. La generación Z y Alpha crecen en un mundo donde hablar con una IA es tan natural como enviar un mensaje de texto. Lo importante es entender este cambio sin alarmismo, pero con responsabilidad.Las empresas tecnológicas también tienen un rol clave. Deben crear IAs que respeten la privacidad, que detecten indicadores de riesgo (como pensamientos autodestructivos) y que ofrezcan respuestas éticas. Algunos sistemas ya integran funciones de derivación a servicios de salud mental cuando detectan un usuario en crisis.Convivir con la IA sin perder el lazo humanoLa clave no está en eliminar el contacto con la inteligencia artificial, sino en integrarlo de forma consciente y equilibrada. Como ocurre con las redes sociales o los videojuegos, el secreto está en el uso que se hace de la herramienta, no en la herramienta en sí.Conversar con una IA puede ser una forma de liberar tensiones, de ensayar conversaciones o de sentir un poco de compañía cuando el mundo parece distante. Pero siempre debe ir acompañado de relaciones humanas reales, donde exista reciprocidad, emociones compartidas y contacto directo.La noticia La inteligencia artificial se convierte en confidente: 72% de los adolescentes la usan para socializar fue publicada originalmente en Wwwhatsnew.com por Natalia Polo.