Tercera noche vista, disfrutada y acabada. La emoción vibraba en el ambiente y unos nervios inexplicables recorrían las últimas horas del Mad Cool 2025. Mucha música y muchos géneros pisaban los seis escenarios. The Teskey Brothers inauguraba el Escenario I con un blues que calma esa intranquilidad incipiente. Melodía refrescantes, letras tristes y sonidos propios de su género; un piano brillante y el viento metal representado con la trompeta y el saxo que han acompañado todos sus temas. El cansancio puede empezar a hacer mella en el cuerpo, pero los australianos transmiten una paz que da energías para el resto de la tarde. Con la mente puesta en escuchar los máximos conciertos posible, Girl in red recibía a todos los curiosos que se acercaban a verla con un mar de brazos moviéndose de izquierda a derecha. Esta era la respuesta de sus fans al gran espectáculo ofrecido por la cantante y su banda; una mujer digna de ocupar los escenarios principales. En 'Midnight love' la tranquilidad y una bella profundidad ocupa el poco espacio que dejan los asistentes; ' We fell in love in october ' es preciosa, dedicada a una mujer y coreadísima por los presentes; con 'Phantom pain' se monta una verdadera fiesta; y en 'I wanna be your girlfriend' el foso se convierte en la pista de baile de la cantante y sus fans la rodea mientras cantan juntos. Por suerte este sábado ha hecho menos calor que en las dos jornadas anteriores. Aunque se nota que la pasada noche refrescó y hoy se ven más pantalones largos y chaquetas previsoras. Eso no quita que algunos outfits atrevidos sigan saliendo a la luz, desde transparencias, sombreros cowboy y pantalones cortísimos hasta hombres sin camiseta; una buena variedad. Corriendo de un escenario a otro han ido muchos asistentes para llegar al concierto de Finneas , hermano y productor de Billie Eilish. Un hombre que no rehuye de su familia para hacerse un hueco, aunque tampoco necesita aprovechar la fama de ella, y es que el americano cuenta con una discografía propia muy potente y un público muy fiel que corea 'Angel' -preciosa balada a piano- o ' Mona lisa, Mona lisa ' -un temazo, para que negarlo-. Una rica variedad con la que conseguir un muy buen equilibrio entre las canciones festivaleras y los temas más tristones Uno de los aprendizajes que se llevan los amantes de los festivales es que, hay veces, que los escenarios pequeños son más divertidos que los grandes -pero solo a veces-. En el VI la chilena AKRIILA traía sonidos urbanos y un autotune profundo. Justo al terminar esta actuación, en el escenario de al lado, el V, tocaba Pvaris . Una banda que regresaba sobre los sonidos más rockeros con temas como 'Take my nirvana'. Y poco después, en el III, St. Vicente mostraba su virtuosismo con la guitarra eléctrica. Y aquí comenzaron los problemas. No hubo apagones, pero sí retrasos, concretamente Thirty Seconds to Mars comenzaba 17 minutos después de la hora prevista. El grupo liderado por Jared Leto aterrizaba en Madrid tras tocar en el Cruïlla de Barcelona y el espectáculo estaba servido. Con una increíble y demasiada buena voz el cantante pasaba más tiempo pidiendo al público que cantase o que tocase las palmas o que se agachase para después saltar. Un espectáculo en el que se ofrece lo que el público quiere. En ' Up in the air ' lanzó confeti, más tarde columnas de fuego, bajó a cantar con los presentes y subió a fans al escenario; un verdadero showman que también saca su lado más reivindicativo en 'Walk on water'. Los 10 minutos de retraso no impidieron a Arde Bogotá dar todo lo que tenían ante un público encantado. La parsimoniosa y potente voz del cantante le da muchísima profundidad a cada canción que interpretan; temas como 'Abajo', 'La Torre Picasso' y ' Cowboys de la A3 ' se introducen hasta lo más profundo y, aunque no estén dedicadas a tu persona, se siente como propias; una capacidad difícil de obtener, pero que este grupo consigue con pasmosa facilidad. Eso si, no han podido competir contra un niño que, bajo la noria que no ha dejado de girar en estos tres días, bailaba y aplaudía cada canción, dándolo todo junto a unos padres felices que no dejan de grabar al pequeño bailarín Al igual que en la jornada de ayer, lo españoles se pisaban los horarios y mientras Arde Bogotá estaba en el Escenario II, Rodrigo Ramírez se encontraba en V. Un joven con mucho talento, cantautor y con una chispa que en cualquier momento podría explotar y dar a conocer a este talento. Cantó 'Morderte' y 'Loco' -tema inédito- entre otras. Acompañado por una banda y con el especial detalle de un violín que crea un sonido muy particular y bello. 5 minutos de retraso. La chica pop del momento comienza su concierto con 'Obsessed', y lo que vino después fue una auténtica barbaridad. Olivia Rodrigo es un fenómeno digno de estudio, una cantante que podría haber sido una más, pero que se ha distinguido con melodías muy potentes y letras únicas. Tocó 'Vampire', Drivers license' al piano, 'Bad idea right?' -siendo esta una de las camisetas de merchandising más vistas- , 'Pretty isn't pretty' y ' Good 4 u ' -su tema más famoso-, un repaso por los temazos de la cantante que con solo 22 años y 4 discos ha conquistado el mundo. Además, mantiene una cuidadísima imagen, su cara angelical esconde un vozarrón que puso en pie al Mad Cool; y una estética visual brillante, todo en tonos morados (como sus álbumes) combinados con rojos que refuerzan ese lado «malo» de la joven estadounidense. Un personaje sobre el escenario, disfrutando y siendo agasajada con gritos de «y guapa, y guapa, y reina, y reina». Una superestrella que demuestra que la juventud viene pisando muy fuerte. Un cartel de ADVERTENCIA recibía a los asistentes del único grupo de electrónica presente en los escenarios principales. Justice es un dúo francés de música electrónica con alguna que otra influencia setentera, y el cartel de aviso por posibles consecuencias epilépticas no era para menos. El espectáculo para cerrar el Escenario II por todo lo alto, combinando los mejores beats con luces estrambóticas de infarto, una locura de cierre. Con el brillo de un día más de conciertazos los asistentes desalojan el recinto situado en el polígono Marconi de Villaverde. Pero antes de eso se ven a personas aplaudiendo a los grupos, aunque esté extremadamente lejos; niños disfrutando de, probablemente, sus primeros directos; familias reunidas, los mayores disfrutando de los veteranos y los pequeños de los jóvenes talentos; grupos de amigos siendo felices entre música y cerveza (o agua). Simplemente personas disfrutando de la música . Un festival más para algunos, el primero para otros y todos unidos por la magia que se crea en torno a las canciones de los más de setentas grupos que han pasado por los escenarios del Mad Cool 2025.