La historia del exportero del Xerez CD que dejó atrás los excesos de la noche, el mundo del narcotráfico y la cárcel

Wait 5 sec.

La vida de Ángel Ramírez (Jerez, 1984) puede dar perfectamente para una serie de Netflix. La suya es la historia de un portero de fútbol que transitó por caminos peligrosos y que, cuando estaba tocando fondo, se transformó en lo que es actualmente. Atrás han quedado los excesos del mundo de la noche, vínculos con el narcotráfico, mil situaciones peligrosas, un secuestro y hasta su paso por la cárcel. Ahora, Ángel disfruta de su nuevo yo, de una versión que ha aprendido de sus errores y que se ha transformado gracias al deporte y a su acercamiento a Dios."Vengo de una familia totalmente desestructurada. Crecí en un barrio humilde y estuve rodeado de violencia en la calle. Desde chico tuve que aprender a vivir en un entorno hostil, con la ley del más fuerte en la calle. En ese trayecto de mi juventud, tuve malas influencias y malos hábitos. No veía más allá del día a día y gracias al fútbol pude escapar un poco de lo que era esa vida. El deporte era mi única salida. Gracias a mi disciplina y al fútbol pude llegar a ser portero profesional", cuenta a lavozdelsur.es. Hábitos nocivos que estaban destruyendo su vidaGracias al fútbol iba echando problemas fuera, pero llegó un momento en el que le entraron varios goles por la escuadra vital al perder a varias personas importantes en su vida. "Entonces sufrí ansiedad, tuve depresión y caí otra vez en hábitos nocivos que estaban destruyendo mi vida. Perdí a la persona que consideraba mi madre, me separé, mis hijos se fueron a Ibiza con la madre y al día siguiente se murió mi primo que era como un hermano mayor. Todo esto en un mes", relata Ángel. A sus 40 años, Ángel ayuda a personas que viven situaciones difíciles.   MANU GARCÍASituaciones que le superaron, que le llevaron a "salir por la noche sin control y a consumir cocaína". Entonces conoció un mundo que pudo haberle costado la vida: "Tuve muchas movidas, desde narcotráfico, ajuste de cuentas, secuestros...". Excesos que le llevaron incluso a entrar en la cárcel por narcotráfico. "La vida en prisión no es nada fácil. Tuve mil problemas, extorsiones y varias historias". "La vida en prisión no es nada fácil. Tuve mil problemas, extorsiones y varias historias"A pesar de la deriva que había tomado su vida, de estar complemente hundido, Ángel logró enderezar su rumbo. "La verdad es que toqué fondo. Estaba en un punto muy crítico, hasta que decidí cambiar. Busqué ayuda, busqué mentores para cambiar, profesionales en cuanto a lo que quería hacer en el deporte, en la alimentaci´no y en los hábitos, que es a lo que me dedico ahora". Una nueva vida de éxitoAhora, tras todo lo pasado, el que fuera portero de equipos como Xerez CD, Flamenco, Guadalcacín, Nueva Jarilla, Trebujena, Jerez Industrial, San Rafael, Atlético Isleño o Formentera, quiere ayudar a personas que puedan encontrarse en una situación parecida a la suya o que estén atravesando por "momentos muy malos o movidas muy gordas". "Quiero ayudar a personas que hayan pasado por la misma situación, a gente que tenga problemas de excesos""Tengo mi marca personal enfocada en el deporte y puedo ayudar a chavales que se vean en la misma situación, a personas que tengan problemas de excesos, de consumir drogas, de no tener hábitos saludables. Yo he podido cambiar. Ahora soy empresario y he podido dejar atrás una vida de líos, de vivir en la calle, de sufrir las consecuencias de los excesos de la noche. He podido dejar todo eso atrás y enfoco mi vida en el deporte, la alimentación, el fitness y quiero dar mi historia a conocer para ayudar a otras personas", confiesa Ángel. Ángel, junto a uno de sus clientes.  MANU GARCÍAEl exguardameta ya ha prestado su mano a amigos que estaban en el mundo oscuro de las drogas y "gracias al deporte, les estoy quitando de ese ambiente, les estoy sacando hacia un camino correcto. A lo mejor hay personas que no ven una salida, que no encuentran cómo dejar atrás ciertas cosas, no se dan cuenta de que hay una vida diferente. Quiero servir un poco de inspiración para que otros chavales vean que se puede salir de estar metido en la mierda más absoluta, con los problemas más fuertes, con situaciones de perder a familiares queridos". Las claves de su transformaciónCurado de todas las heridas, con las cicatrices en el alma, Ángel Ramírez basa su transformación en el Método HALO (hábito, acción, logro y objetivo: "Es un sistema estructurado en cuatro pilares que crean una transformación íntegra. No es que lo haya creado yo, pero sí lo he perfeccionado gracias a mi formación y a mi experiencia personal. Es el método que he aplicado, que ha salvado mi vida y la de cientos de personas. Y ahora quiero transmitirlo". A través de su perfil en Instagram, muchas personas están contactando con él en busca de un cambio vital. La vida de Ángel es una historia de superación y transformación personal.   MANU GARCÍAEl principio del cambio está en la acción, la clave del éxito que lleva a los logros, que forman parte de la motivación. Esas historias de cada día son el motor para lograr los objetivos que cualquiera se proponga a medio o largo plazo. El Método HALO no tiene edades definidas y se adapta a cualquier tipo de persona y circunstancia. "Tengo clientes que quieren salir de las adicciones, mujeres en etapa de menopausia, clientes con baja testosterona, otros que quieren perder peso. El método lo personalizo con cada cliente, todo estudiado y monitoreado con un diagnóstico. Trabajo mucho el cambio físico y la preparación mental. Cambiar los hábitos para cambiar tu vida". "Estoy superorgulloso de haber pasado por todo, ya que gracias a eso soy otra persona"La vida de Ángel no ha sido precisamente un camino de rosas, pero no se avergüenza de nada. "Estoy superorgulloso de haber pasado por todo lo que he pasado, ya que gracias a eso ahora soy otra persona. Por eso he dado el paso adelante de contar mi historia". Una historia vital, real como la vida misma, que supera a muchas ficciones y que, a buen seguro, ayudará a gente que tomó la dirección equivocada.