Mientras el 99% del mundo no le quitaba la mirada al PSG de Luis Enrique, ensimismado con su fútbol y con cómo se quitó de en medio al Real Madrid para meterse en la final, enfrente esperaba un rival con piel de cordero pero carne de sabueso. El Chelsea de Maresca es un equipo que ha ido creciendo mes a mes hasta acabar ganando la Conference y el Mundial de Clubes. Y ahí estaba Palmer, uno de los jugadores de la temporada para los blues, y también Joao Pedro, seguramente el fichaje más rentable del Chelsea. El atacante brasileño, que estaba de vacaciones en Río de Janeiro, llegó a Estados Unidos hace diez días y se marcha de allí como uno de los mejores jugadores del torneo. El equipo londinense lo fichó del Brighton por 64 millones de euros, lo inscribió en el torneo en la ventana que abrió la FIFA para los cruces del torneo, debutó en cuartos ante el Palmeiras , jugando 35 minutos, marcó los dos goles de la semifinal ante el Fluminense y anotó otro más en la final frente al PSG. Debut brillante. Joao Pedro es ese futbolista brasileño que salvó la vida de su familia y de sí mismo. Nacido en Sao Paulo , fue criado por su madre Flavia mientras su padre, Joao de Jesús, que hizo sus pinitos en el fútbol profesional de su país, pasaba ocho años de su vida en la cárcel tras ser condenado a 16 de prisión por ordenar matar a un adolescente con el que había tenido algún que otro malentendido. Joao Pedro se crio en la cantera del Botafogo , el mismo equipo en el que su padre soñó con ser algún día profesional, y después en la del Santos, aunque en ninguno de los dos clubes recibió la ayuda necesaria para que en su casa hubiera comida para su madre y para él. Así que cuando llegó una oferta del Fluminense, y a pesar de que eso conllevaba cambiar Sao Paulo por Río de Janeiro, ambos dieron el salto a la ciudad carioca y allí comenzaron de cero con la esperanza de que el fútbol cambiara radicalmente la mísera vida de ambos. Y así fue. Debutó con 17 años en el primer equipo y con 18 ya era uno de sus mejores jugadores. De ahí que el Watford se gastara 20 'kilos' en traerlo a la Premier en el mercado invernal de la temporada 19-20, justo antes del confinamiento. En el club inglés pasó tres temporadas y media hasta que el Brighton abonó 25 millones por su fichaje, convirtiéndose en uno de los delanteros de moda de la Premier, contexto que no pasó inadvertido para el Chelsea, que hace dos semanas decidió pagar 64 millones para sacarlo de Copacabana, donde pasaba sus vacaciones junto a su madre y sus amigos. Maresca creía que su llegada a Estados Unidos le daría un salto de calidad al equipo en los cruces. La FIFA abrió una ventana de fichajes para las eliminatorias y el Chelsea fue el único equipo que aprovechó esa oportunidad para darle al equipo talento en la zona de ataque. Delap no parece el delantero con más nivel para un equipo que aspira a cotas mayores, y la llegada de Joao Pedro ha confirmado las expectativas del técnico italiano. Dos goles en semifinales y otro en la final para convertir al Chelsea en el primer campeón del súper Mundial de Clubes . Impacto inmediato y rentable que confirma las sensaciones de un equipo que aspira a todo la próxima temporada. Joao Pedro, de Copacabana a la gloria de Nueva York.