He acudido a Roma con mi familia para asistir a la defensa de la tesis de nuestro querido Carlos. A la salida de la Universidad Pontificia y bajo el calor sofocante acudimos con el ya doctor en teología al restaurante Abruzzi, vía del Vaccaro, muy frecuentado por curas. Nos oye hablar en español y un camarero eufórico exclama: «¿Españoles? Mi dios es Emilio Butragueño y el Real Madrid». Habla con mucha gracia nuestro idioma. Nos levantamos para abrazarlo -mi mujer le explica que es del Barça, supongo que por lo que dice Rajoy, de crear buen ambiente en la sala- y nos cuenta su vida ligada a las gestas del club, la historia de su hija con la que comparte... Ver Más