Dedicar más de tres décadas a perfeccionar los principios de la viticultura para dar vida a un vino de alta gama podría parecer como la culminación de una gran historia. Pero para Don Melchor 2021, elegido recientemente como el mejor vino del mundo por la revista Wine Spectator, este reconocimiento no marca un punto final; sino la confirmación de un camino que tiene una visión clara desde su origen en Puente Alto, en el corazón del Valle del Alto Maipo, a los pies de la Cordillera de los Andes. Lea también: (Los cinco libros que están moldeando la mente de los CEOs globales)Esta distinción, que celebra la calidad e identidad de la Viña Don Melchor, también ratifica su lugar como símbolo de la tradición vitivinícola chilena ante el mundo.Para Enrique Tirado, CEO y director técnico de Viña Don Melchor, la elaboración de un gran vino comienza con una visión firme de hacia dónde se quiere llegar, sin perder de vista la esencia del terroir.En cada cosecha, explica, se busca expresar la belleza del equilibrio natural del entorno, caracterizado por suelos pedregosos, brisas frías que descienden desde los Andes y un manejo enológico cuidadoso, comprometido con la excelencia.“Don Melchor nace del suelo pedregoso de este origen, el viento frío que baja de la cordillera de los Andes, sus vides añosas y el cuidadoso trabajo del hombre en el viñedo, convirtiéndose así en un lugar único en el mundo para producir un gran Cabernet Sauvignon chileno y de carácter andino. Este importante reconocimiento, por lo tanto, no solo llega a coronar este excepcional terroir, sino también el trabajo dedicado, minucioso y comprometido de tanta gente que ha buscado la excelencia de Don Melchor año tras año”, comenta Tirado.Un atractivo en LatinoaméricaDon Melchor 2021.Tomada de la página web oficial.Este importante reconocimiento, no solo llega a coronar este excepcional terroir, sino también el trabajo dedicado, minucioso y comprometido de tanta gente que ha buscado la excelencia de Don Melchor año tras añoCOMPARTIR EN XEl prestigio que ha alcanzado la marca ha impactado directamente en su modelo de negocio. Actualmente, Viña Don Melchor trabaja bajo un sistema de cuotas fijas por región, lo que responde tanto a la limitada producción del viñedo como al carácter exclusivo del vino.Este esquema ha permitido mantener volúmenes estables año tras año, especialmente en mercados estratégicos como Latinoamérica, excluyendo a México y Brasil. En esta región, la marca cuenta con una cuota anual de aproximadamente 1.400 C9L, una medida que equivale a 12 botellas de 750 ml o 9 litros. Pese a que el volumen se mantiene constante, se ha registrado un crecimiento sostenido en valor, impulsado por la reputación internacional de Don Melchor y la evolución natural de su precio en cada cosecha.Latinoamérica, de hecho, representa un mercado clave para la viña. Fue una de las primeras regiones fuera de Chile en recibir las botellas de Don Melchor hace más de 35 años, y ese vínculo histórico ha consolidado su relevancia en la región.“El prestigio internacional de la marca, sumado a su origen chileno, ha consolidado su relevancia en la región, donde el consumidor valora el origen de manera mucho más marcada que en otras zonas del mundo, donde la competencia en vinos de alta gama tiende a ser más fragmentada y dominada por etiquetas europeas”, precisa Tirado.Lea también: (Balance ‘agridulce’ para el comercio: ventas subieron, pero bajó personal ocupado)El potencial del consumo de vino en ColombiaActualmente, Viña Don Melchor trabaja bajo un sistema de cuotas fijas por región.CortesíaNuestra mejor estrategia es seguir poniendo al vino al centro, reforzando el compromiso con la excelenciaCOMPARTIR EN XEl caso de Colombia resulta especialmente relevante para la estrategia de expansión de Don Melchor. Aunque el consumo de vino per cápita en el país se mantiene bajo, la categoría ha registrado un crecimiento importante, impulsado por la proliferación de nuevas marcas, la diversificación de canales y una fuerte competencia en precios.Según Enrique Tirado, este entorno ha facilitado la democratización del vino y ha ampliado la base de consumidores. “En un país con un consumo per cápita cercano a un litro anual, todavía muy bajo, generar más ocasiones de consumo es clave para ampliar la categoría. A medida que los consumidores exploran y aprenden, comienzan a migrar hacia productos más específicos y de mayor valor. Es ahí donde buscamos ser referentes y ofrecer opciones que respondan a ese interés creciente”, asegura.Es de destacar que Colombia ha ganado protagonismo como capital gastronómica en América Latina, y en ese escenario el vino comienza a ocupar un lugar más relevante. Para la marca, “este es un punto de entrada estratégico”.“El consumidor colombiano ha evolucionado, ampliando sus preferencias hacia nuevos orígenes como Argentina, España y otras regiones del viejo mundo, lo que enriquece el ecosistema y abre puertas para marcas como Don Melchor”, explica.Con el propósito de seguir fortaleciendo su posicionamiento, Viña Don Melchor ha reforzado su estrategia de comunicación, enfocándose directamente en el consumidor final. Esto implica no solo destacar los reconocimientos obtenidos, sino también contar la historia del terroir, del equipo humano detrás de cada cosecha y del legado que representa el vino.Recientemente, en el mercado colombiano, la marca ha ampliado su portafolio de productos, ha intensificado las capacitaciones en restaurantes y tiendas especializadas, y ha fortalecido su presencia en canales digitales, cada vez más relevantes para los productos de alta gama. “En definitiva, nuestra mejor estrategia es seguir poniendo al vino al centro, reforzando el compromiso con la excelencia, y consolidando a Don Melchor como la mejor expresión del Cabernet Sauvignon de Chile”, concluye.Vea también: (Postobón no está en venta, pero evalúa nuevas alianzas)Un compromiso con la calidadSu origen en Puente Alto, en el corazón del Valle del Alto Maipo, a los pies de la Cordillera de los Andes.CortesíaAlcanzar el primer lugar del mundo no es el fin del camino. Por el contrario, representa una gran responsabilidad. El vino, como producto natural, está expuesto a múltiples variables climáticas y del entorno, por lo que mantener la calidad exige un trabajo meticuloso y constante. En este proceso, el rol de Enrique Tirado ha sido fundamental. Con más de 25 años liderando el proyecto, su conocimiento profundo del viñedo y su pasión por la enología han sido claves para reducir la incertidumbre y garantizar que cada cosecha sea una expresión auténtica del terroir de Puente Alto.Ser el número uno implica un compromiso renovado con la calidad, la innovación y la consistencia. Y eso, para Don Melchor, significa seguir elevando el estándar de excelencia en cada copa.JOHANA LORDUY Periodista de PORTAFOLIO