Cuando se habla de Barranquilla, inmediatamente se asocia a Shakira. La artista internacional menciona en alguna letra la ciudad que la vio nacer. Probablemente, ella haya contribuido a que en España, si se menciona a este enclave, se sepa que está en Colombia. Precisamente de allí procede Verónica Jiménez Rodríguez, una mujer que abrió hace unos dos meses y medio su propio restaurante en la Avenida de Arcos en Jerez.Le bautizó La Champeta como homenaje a sus raíces. Es así como se conoce el baile típico de la cuarta ciudad más poblada de Colombia y de Cartagena, donde nacieron sus hijos. “La champeta africana es de Barranquilla y la urbana es de Cartagena de Indias. Lo puse en honor a nuestra tierra”, dice Verónica, que aterrizó en Andalucía hace nueve años.Plato de dorada frita con arroz de coco. MANU GARCÍADesde entonces, se dedicó a realizar trabajos muy diferentes, como de interna en una casa. “Yo tenía ya pensado desde hace mucho tiempo tener un bar colombiano, pero no se me había dado la oportunidad”, comenta. Cuando se lo propuso a su amiga, ella se quedó embarazada y decidió posponer la apertura del negocio. “Con el transcurso del tiempo dije, no quiero trabajar más, si no es para mí y lo monté”, explica a lavozdelsur.es.Su meta era inaugurar un bar colombiano, adentrándose en un sector que no le resultaba extraño. Al contrario. En su país, su familia regentaba un establecimiento de este tipo, en concreto, sus abuelos fueron quienes iniciaron la tradición hostelera.Según explica, las arepas de huevo son unas de las estrellas del bar. En Luruaco, Atlántico, otro municipio costeño, se elabora la arepa más grande del mundo, en el marco de un festival dedicado a este producto tradicional.Empanadas, uno de los platos más vendidos. MANU GARCÍA Bandeja paisa con huevo y frijoles. MANU GARCÍA“Hacen el campeonato y nosotros ganamos. Mis tías llevan muchos años participando”, comenta. Verónica ha conseguido seguir los pasos de sus seres queridos en La Champeta, donde es posible probar las recetas colombianas más populares. Con un hilo musical de fondo y junto a banderas, mapas y fotografías de calles del país de América Latina.En sus mesas, conviven tapas españolas con platos de esta región. Hay sitios para las carrilladas, pero también para una dorada frita con arroz de coco frito y tajada de amarilla o unas empanadas.Para comer o para cenar, Verónica prepara sancocho de ternera con plátano macho, mucha verdura, con yuca, maíz verde, papa y un toque de cilantro crudo. “Ahora mismo lo que más se venden son las empanadas, el sancocho, la dorada y la bandeja paisa”, explica. Esta última va acompañada de chicharrón, carne, chorizo, aguacate, huevo o frijoles. Los patacones rellenos también son una opción de su carta.Detalle de la decoración de La Champeta. MANU GARCÍASancocho de ternera. MANU GARCÍAVerónica, en la barra del bar La Champeta. MANU GARCÍAA la colombiana le gusta divulgar la gastronomía de su tierra, aunque comenta que muchos de sus clientes ya la conocen muy bien. “La acogida ha sido un éxito. Vienen muchos latinos de fuera y los fines de semana se suele vender el mínimo”, comparte.Ha creado un espacio donde aquellas personas que por distintas circunstancias se encuentran lejos de su hogar, pueden sentirse un poco más cerca. Vecinos que echan de menos las recetas, ahora pueden comerla en Jerez. El resto puede descubrir nuevos sabores.