El sistema tributario colombiano atraviesa una crisis no solo de recaudo, sino de credibilidad. Así lo plantea Cristian Halaby, analista económico y fundador de País S.A., quien advierte que el país ya superó el umbral en el que los impuestos, en lugar de generar más ingresos al Estado, terminan desincentivando la inversión, el trabajo y la declaración de recursos.(Lea: Estos son los 6 subsidios de vivienda que siguen vigentes para Colombia en 2025). La teoría no es nueva. La conocida Curva de Laffer explica que, a partir de cierto nivel de tributación, cada aumento en las tarifas disminuye el incentivo a producir y, en consecuencia, el recaudo empieza a caer. Sin embargo, Halaby sostiene que el problema en Colombia va más allá de la técnica fiscal y se ha convertido en una ruptura emocional: lo que él denomina la “Curva de la Fe”.“La Curva de la Fe comienza cuando el ciudadano deja de creer. No solo en el Estado, sino en el país y en su posibilidad de crecer aquí”, señala.Según el analista, factores como la alta carga impositiva, la complejidad de los trámites, las deficiencias en infraestructura y la inseguridad jurídica han erosionado la confianza de empresarios y ciudadanos. El resultado es una fuga de capitales, caída de la inversión extranjera y migración de talento.Por su parte, el economista Hernando Espitia coincide con esta visión.(Vea: RapiCredit lanza herramienta para solicitud de crédito vía WhatsApp).“La alta tributación está empujando a los contribuyentes a buscar alternativas afuera. La incertidumbre fiscal y jurídica ha generado una fuga de capitales sin precedentes”, advirtió.Las cifras respaldan la preocupación: el país enfrenta hoy uno de los déficits fiscales más altos de los últimos años, a pesar de las reformas tributarias que prometían aumentar el recaudo.Cristián Halaby Fernández.Desde País S.A., Halaby propone una transformación estructural del sistema tributario que lo haga simplificado, digital y transparente, con trámites que puedan resolverse en línea y en minutos. El objetivo, asegura, es recuperar la confianza perdida y devolverle valor al tiempo del ciudadano.“Recuperar la fe no es un gesto simbólico, es una estrategia económica. Sin confianza no hay inversión, y sin inversión no hay país”, concluye Halaby.Con esta visión, la discusión tributaria en Colombia se desplaza del terreno exclusivamente técnico al emocional: ya no se trata solo de cuánto se paga, sino de si los ciudadanos creen o no que vale la pena seguir construyendo futuro en el país.