SpaceX ha podido lanzar por fin esta pasada noche el décimo vuelo de prueba del Starship. Reconozco que, vistos los fallos de los tres lanzamientos anteriores y la explosión de la Starship 36 durante las pruebas previas al lanzamiento, no las tenía todas conmigo. Pero todo parece indicar que en esta ocasión la empresa ha conseguido todos los objetivos, lo que es un importante alivio.Así, la primera etapa Super Heavy B16, una vez cumplida su misión principal de poner de camino la etapa superior Starship S37, hizo un amerizaje controlado en el Golfo de México, tal y como estaba previsto. SpaceX optó por no devolverla a la plataforma de lanzamiento para poder comprobar su funcionamiento en el caso del fallo de alguno de sus motores. Aunque en este caso lo que hicieron fue simplemente encender un motor de menos en las maniobras previas al amerizaje.Por su parte la segunda etapa, o Starship S37, una vez colocada en una trayectoria suborbital, por fin pudo eyectar ocho simuladores de satélites Starlink de nueva generación, y también hizo el encendido de un motor Raptor.Lo de los satélites es importante para SpaceX porque quiere utilizar el Starship para aumentar rápidamente la capacidad de su red de acceso a Internet, y supuestamente a un mejor precio gracias al Starship. Según datos de la empresa cada lanzamiento en un Starship añadirá 60 Tbps a la red, veinte veces más que un lanzamiento en un Falcon 9.Lo del motor también es fundamental de cara a no dejar una segunda etapa en órbita en futuros lanzamientos. Aunque en este, igual que en los anteriores, y para asegurar, la Starship estaba en una trayectoria cuasi orbital que iba a hacer que reentrara en la atmósfera sí o sí aunque el Raptor no funcionara.Después hizo una reentrada controlada en la que el sistema de control de actitud la pudo dirigir sin problemas a pesar de los daños que se veían claramente en sus aletas para terminar su misión con un amerizaje vertical en el punto previsto.La S37 a punto de amerizar – SpaceXComo decía arriba, este resultado es muy importante para SpaceX no sólo por lo que haya podido aprender, sino de cara a demostrar que no se han quedado estancados con los avances en el Starship. O en los retrocesos, vistos los resultados de los lanzamientos IFT-7, 8 y 9.Pero en cualquier caso tampoco es que todo haya salido a la perfección. Es especialmente preocupante una explosión que se produjo en la zona de los motores de la Starship justo antes del minuto 47 de la misión, por mucho que luego haya reentrado sin problemas. Habrá que ver qué dice SpaceX al respecto.Me preocupa menos el estado en el que estaba la S37 justo antes del amerizaje y los daños que fueron sufriendo los flaps. A fin de cuentas es un vuelo de prueba en el que faltaban a propósito algunas de las losetas del escudo de protección térmica y en el que otras fueron sustituidas por algunas de otros materiales para ver cómo funcionan.En cualquier caso, y por muy bien que podamos aceptar que ha ido este vuelo, a SpaceX aún le queda mucho por conseguir con el Starship. Y son cosas no precisamente triviales.Lo primero, conseguir ponerla en órbita y sacarla de órbita. Luego, devolverla a la plataforma de lanzamiento, que es uno de los objetivos fundamentales de este cohete, que se supone que ha de ser completamente reutilizable. Y hacerlo de tal forma que pueda ser vuelto a utilizar en horas, algo que también se aplica a la primera etapa.Luego –o al mismo tiempo– vendría lo del despliegue de satélites Starlink de verdad a través de la había de carga. Que por cierto es una lástima que los simuladores liberados esta pasada madrugada por la S37 no llevaran unas cámaras que apuntaran hacia el cohete, pues podían haber producido imágenes épicas. Aunque a lo mejor sí las llevaban y SpaceX se las está guardando para un vídeo resumen.Claro que todo esto palidece con la necesidad de demostrar la transferencia de propelentes a temperaturas criogénicas entre distintas Starship. Eso es un paso fundamental para que una Starship pueda abandonar la órbita baja terrestre y dirigirse hacia la Luna. O hacia Marte, para cumplir los sueños de Elon Musk.Lo de Marte está por ver, pues por ahora es un empeño personal de Musk. Pero lo de la Luna es fundamental para la NASA, pues el HLS, el aterrizador que utilizará la agencia para la misión Artemisa III, que se supone que será la que vuelva a colocar una misión tripulada sobre la Luna, está basado en el Starship.Esa misión está ahora prevista para mediados de 2027, aunque sin duda se retrasará. Por muy rápido que SpaceX consiga ir avanzando con el Starship, dos años son muy poco tiempo para tener el HLS listo. Que no sólo tiene que conseguir lo de la transferencia de propelentes sino que tiene que ser capaz de aterrizar en la Luna y luego despegar de ella. Y eso por no mencionar que hay que instalarle un sistema de soporte vital que permita sobrevivir a su tripulación.Así que sí, el IFT-10 ha sido un importante respiro para SpaceX. Pero la empresa aún tiene una tarea descomunal por delante.# Enlace Permanente