Venta de motos en Bogotá. Foto: PexelsEl mercado de motocicletas en Colombia continúa mostrando un crecimiento sostenido durante 2025. Entre enero y junio se registraron en el país cerca de medio millón de unidades nuevas, de acuerdo con cifras de la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible (Andemos), con datos del Registro Único Nacional de Tránsito (RUNT). Estas cifras reflejan la importancia que ha adquirido este medio de transporte para miles de ciudadanos, tanto en zonas urbanas como rurales.La Cámara de la Industria de la Motocicleta de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI) destacó que Cundinamarca se ubicó como el departamento con mayor número de ventas en el primer semestre del año, con 15.884 motocicletas, lo que representa un 19,17 % del total nacional. Por su parte, Bogotá registró apenas 190 unidades, equivalentes al 0,23 %. Esta diferencia, según analistas del sector, evidencia las dificultades que existen en la capital para acceder a este tipo de vehículos.Sin embargo, el mercado de las motocicletas estaría en vilo en Bogotá en torno a la reforma tributaria presentada por el alcalde Carlos Fernando Galán ante el Concejo de Bogotá. El proyecto, que busca aumentar el recaudo distrital, ha generado un debate sobre su impacto en la economía local y, en particular, en sectores como el automotor.El concejal Julián Espinosa advirtió que la propuesta representa “un duro golpe para los comerciantes y empresarios”, en un contexto en el que el Gobierno Nacional, encabezado por el presidente Gustavo Petro, también tramita en el Congreso una nueva reforma tributaria. En su opinión, la medida “termina trasladando la carga impositiva a quienes generan empleo y al consumidor final”.De acuerdo con las proyecciones de la Alcaldía, el proyecto permitiría recaudar $1,26 billones adicionales al año. Sin embargo, Espinosa sostuvo que “la iniciativa está diseñada para favorecer a unos pocos sectores privilegiados, mientras el grueso del aparato productivo será el más afectado”.Uno de los puntos centrales de la reforma es la modificación del Impuesto de Industria y Comercio (ICA). Actualmente, Bogotá recauda alrededor de $5,79 billones por este concepto, pero con los ajustes planteados se espera alcanzar los $6,5 billones, lo que equivaldría a un incremento de casi $800.000 millones. La propuesta incluye pasar de 13 tarifas a solo 4, con el argumento de simplificar el sistema. No obstante, Espinosa cuestionó que esta medida “oculta lo esencial: un incremento masivo en la carga tributaria”.Un ejemplo mencionado por el cabildante es el del sector automotor. La tarifa para la venta de motocicletas y vehículos pasaría del 6,9 al 11 por mil. Esto, advirtió, elevaría los precios finales y desincentivaría la compra, afectando a la industria y a los consumidores.Venta de motos en Bogotá tendría aumento en el precio Foto: Alcaldía de Bogotá¿Qué otros cambios proponen la reforma tributaria de Galán?El proyecto también plantea modificaciones en otros impuestos. En el caso del predial, se proyecta un recaudo adicional de $113.000 millones, enfocado en predios comerciales e industriales. A esto se suma la creación de un impuesto de alumbrado público, que generaría $370.000 millones anuales y sería asumido por los estratos 4, 5 y 6, así como por comercios e industrias. “Este impuesto ya lo habíamos rechazado en el Plan de Desarrollo, y ahora la administración lo trae nuevamente disfrazado”, afirmó Espinosa.Otro de los puntos cuestionados por el concejal es el diseño de los alivios tributarios incluidos en la propuesta. Según explicó, el Distrito dejaría de percibir $140.000 millones por incentivos a la inversión en las localidades de Engativá y Fontibón, cercanas al aeropuerto El Dorado. Para Espinosa, esta decisión deja en desventaja a otras zonas de la ciudad que requieren impulso económico y generación de empleo, como Usme, Tintal, Puente Aranda o el barrio 20 de Julio.Recomendado: Lanzan nueva alternativa para quienes quieren comprar moto: Diversos modelos y facilidades de pagoEn su balance, el cabildante aseguró que la iniciativa no constituye una estrategia real para promover la inversión ni el empleo en la capital. “Lo que se plantea es una reforma que recarga a la mayoría, mientras entrega beneficios a unos pocos. Es un modelo que se acerca más al del Gobierno Petro, que castiga al sector productivo, que a una propuesta destinada a fortalecer la economía de Bogotá”, concluyó.