(ZENIT Noticias / Starun, Ivano-Frankivsk, 26.08.2025).- En un día de finales de verano, marcado por el ayuno y la oración en todo el mundo católico, miles de peregrinos se congregaron en la aldea de Starun, en el oeste de Ucrania, para presenciar la bendición de una nueva basílica dedicada a uno de los mártires más venerados del país.La liturgia, celebrada el 22 de agosto, unió capas de memoria, sufrimiento y esperanza. El obispo Kenneth Nowakowski, quien preside la Eparquía Greco-Católica Ucraniana de la Sagrada Familia en Londres, presidió el rito de bendición en presencia del arzobispo mayor Sviatoslav Shevchuk de Kyiv-Halych, líder espiritual de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana. El altar fue consagrado y la basílica fue confiada solemnemente a la intercesión del beato obispo Simeón Lukach, una figura cuya historia encarna la perseverancia de la fe bajo la persecución.Para el arzobispo Shevchuk y los más de veinte obispos que lo acompañaron, la basílica es más que un nuevo lugar de culto. Es un testimonio visible de que la Iglesia, antaño relegada a la clandestinidad durante décadas de represión soviética, continúa erigiendo santuarios de luz en medio de las nuevas sombras de la guerra.El testimonio de Lukach sigue siendo central en esta narrativa. Arrestado y encarcelado por su fidelidad a Roma y su defensa de la Iglesia clandestina, soportó la enfermedad y las privaciones hasta su muerte en 1964. Beatificado por el Papa Juan Pablo II en 2001, su vida se ha convertido en un punto de peregrinación y oración en su región natal. «La oración, la profunda fe en Dios y la unidad con Pedro sostuvieron a obispos, clérigos, religiosos y fieles laicos durante los años clandestinos de la era soviética», reflexionó el obispo Nowakowski. «El beato Simeón es una inspiración viva para nosotros hoy».La fecha de la celebración tuvo una resonancia más amplia. El Papa León XIV había dedicado ese mismo día al ayuno y la oración mundial por la paz, mencionando a Ucrania y Gaza entre los lugares más afectados por la violencia. Para los peregrinos arrodillados en Starun, la llamada del Papa era inseparable de la experiencia local: la imagen de soldados uniformados asistiendo a la liturgia, las familias desplazadas de las regiones orientales y el continuo impacto de la invasión rusa.La propia basílica, que se alza sobre el suelo donde una vez sufrió Lukach, ya se ha convertido en un lugar de sanación e intercesión. Para muchos, es un santuario que les recuerda no solo las heridas de la Iglesia, sino también su resiliencia. «De la sangre de los mártires, nace una nueva vida», dijo un sacerdote en voz baja mientras la congregación entonaba himnos de acción de gracias.Gracias por leer nuestros contenidos. Si deseas recibir el mail diario con las noticias de ZENIT puedes suscribirte gratuitamente a través de este enlace. The post FOTOGALERÍA: en medio de la guerra, bendicen e inauguran nueva y bonita basílica católica en Ucrania appeared first on ZENIT - Espanol.