OpenAI avisa: las inversiones indirectas en la compañía son papel mojado

Wait 5 sec.

En el mundo de la inversión tecnológica, cada vez que aparece una empresa que promete revolucionar el sector, se genera un auténtico terremoto. Y con la inteligencia artificial no podía ser menos. OpenAI, la compañía detrás de ChatGPT, se ha convertido en una de las más codiciadas por los inversores de medio mundo. Pero esa expectación también ha traído consigo un mercado paralelo de oportunidades poco claras que ahora la propia empresa ha querido frenar en seco.En un reciente comunicado, OpenAI ha advertido sobre las llamadas SPVs (Special Purpose Vehicles), un tipo de entidad financiera que permite a distintos inversores juntar su dinero en una entidad nueva (diferente a su empresa) para entrar en una inversión concreta asumiendo menos riesgo. Suena bien, ¿no? Una especie de bote común para quienes quieren subirse al tren de una startup de moda sin tener que poner cantidades astronómicas de dinero. El problema, según la compañía, es que muchas de estas ofertas no son lo que parecen.Los SPVs han ganado terreno en los últimos años como una forma “democrática” de participar en rondas de financiación de startups exclusivas. En la práctica, funcionan como un intermediario: en lugar de invertir directamente en OpenAI, por ejemplo, lo haces a través de un fondo o sociedad que agrupa a varios pequeños inversores. Hasta aquí todo normal.La cuestión es que OpenAI ha dejado claro que no reconoce la validez de estas operaciones cuando se saltan sus restricciones internas. Es decir, si alguien te promete acceso indirecto a su capital a través de un SPV que no está autorizado, puedes darte por estafado: el papel que compres “no tendrá valor económico”, según la propia empresa.El control como herramienta para garantizar calidadComo cualquier compañía privada, OpenAI controla quién entra en su capital. Y no está dispuesta a que se creen vías alternativas para sortear esas normas. Sin embargo, desde el punto de vista del inversor medio, no tener acceso directo a una empresa que lidera la carrera por la inteligencia artificial genera frustración.No es casualidad que otros gigantes de la IA también se estén poniendo serios con este tema. Según Business Insider, Anthropic, otra de las startups más seguidas del sector, habría advertido al fondo Menlo Ventures que solo se puede invertir con capital propio, no a través de un SPV. Está claro que hay una tendencia: las empresas quieren controlar con lupa quién pone dinero y bajo qué condiciones.Lo más destacable de este aviso de OpenAI no es solo la advertencia en sí, sino lo que implica: la empresa está reforzando su control y marcando las reglas del juego en un momento de máxima expectación por la IA. Si hasta ahora los SPVs eran vistos como un atajo, ese camino se está cerrando de golpe.Para el consumidor final —es decir, para quienes usamos ChatGPT o nos beneficiamos de los avances en IA—, puede parecer un tema lejano. Pero ojo: la forma en la que se financian estas compañías influye directamente en su estabilidad, en la rapidez con la que crecen y en el tipo de socios que aceptan. Un entorno financiero más controlado significa, en teoría, un desarrollo más sostenible. En cambio, dejar la puerta abierta a inversiones poco transparentes podría haber generado problemas de gestión, presión especulativa y un futuro menos estable. Así que, indirectamente, que OpenAI ponga límites a estas prácticas también es una forma de proteger el rumbo de su proyecto.En definitiva, lo que OpenAI viene a decir es claro: si quieres formar parte de su futuro, tendrás que hacerlo bajo sus condiciones, no a través de atajos dudosos. Y para el inversor de a pie, la lección es igualmente clara: cuidado con dejarse llevar por la fiebre de la IA, porque el riesgo de acabar comprando humo está a la vuelta de la esquina.El artículo OpenAI avisa: las inversiones indirectas en la compañía son papel mojado fue publicado originalmente en Andro4all.