El gobierno alemán aprobó un plan para reintroducir el servicio militar, inicialmente de carácter voluntario, pero con la posibilidad de que se convierta en obligatorio si no se alcanzan las cifras previstas. La medida, impulsada por el canciller Friedrich Merz y el ministro de Defensa Boris Pistorius, busca reforzar al ejército frente a la creciente amenaza rusa y llevarlo hasta los 260.000 soldados activos