La histórica crisis francesa se ha cobrado una primera y capital víctima europea: el difunto «motor» franco-alemán de la construcción política de Europa ha quedado paralizado en todas sus dimensiones bilaterales, europeas y trasatlánticas . El mes de febrero del 2003, el canciller Helmut Schmidt declaraba al vespertino «Le Monde»: «El motor franco-alemán ha dejado de existir». Helmut Schmidt y Giscard d'Estaing fueron los grandes artífices de procesos diplomáticos mayores: primer embrión del sistema monetario europeo, elección del Parlamento Europeo a través del sufragio universal. Tras el fin de la pareja Schmidt-Giscard, todos sus sucesores, de Angela Merkel a Macron, pasando por Chirac, Sarkozy, Hollande, Olaf Scholz , intentaron camuflar o «relanzar» el «motor» franco-alemán cuya defunción anunció Schdmit. Tras... Ver Más