El bosque frondoso del Teixadal de Casaio (Carballeda de Valdeorras-Ourense), reliquia natural única en Europa formado por más de 400 tejos centenarios, el bosque más antiguo de Galicia, situado en el corazón del macizo galaico-leonés de Pena Trevinca /ZEC – Red Natura 2000) resistió al fuego -con la ayuda heroica de vecinos y agentes- que afectó a la zona, si bien los alrededores y laderas del macizo están quemadas… Galicia tiene un patrimonio forestal que es preciso gestionar de forma sostenible, con más de 2 millones de hectáreas dedicadas a uso forestal (70% arbolada), es la 1ª potencia forestal de España y la 9ª a nivel europeo por producción, y es la 2ª región de España que tiene más superficie – 478.000 ha- con gestión forestal sostenible y certificaciones forestales como PEFC. El bosque cumple múltiples funciones: productiva (madera, biomasa), protectora (conservación de la biodiversidad, regulación del agua y suelo) y social (espacios de ocio, bienestar). Galicia es la principal región productora de España y una de las más relevantes de Europa, dependiendo la economía de miles de familias gallegas de los recursos que generan los montes: producción de madera, castañas, miel, cogumelos, pastos y pastizales, frutos del bosque, plantas aromáticas y medicinales, árnica. Los incendios forestales son una lacra para Galicia, siendo las causas: acumulación de matorral, falta de limpieza regular del monte, ausencia de aprovechamiento sostenible, olas de calor, sequía, la presión de especies exóticas de crecimiento rápido, quemas incontroladas, negligencias, incendiarios. La despoblación del medio rural ha contribuido al avance de las llamas en esta ola de incendios en Galicia, que también asola otros territorios de España y Portugal, con más de 400.000 ha calcinadas, con la consiguiente erosión del paisaje. Es preciso abordar las causas que provocan los incendios forestales con soluciones eficaces: agrupación de la propiedad forestal para una gestión conjunta y eficiente del monte, dedicar más recursos a la limpieza del monte, valorización económica sostenible, innovación y tecnología, técnicas de prevención, con la finalidad de poner en valor nuestros bosques y a su vez defender la economía y el empleo, proteger el paisaje y la vida de las personas. Prevenir los incendios forestales implica hacer mucha pedagogía social y fomentar la educación forestal sostenible en la población (especialmente en los escolares para que aprendan a amar a los bosques). Vengo insistiendo desde hace décadas en la necesidad de impulsar una política preventiva encaminada a proteger nuestros bosques y ecosistemas forestales, fomentando las buenas prácticas para una gestión sostenible del medio forestal que permita la conservación de la biodiversidad y del paisaje, además de resaltar los valores culturales. Los bosques urbanos actúan como pulmones verdes, garantía de biodiversidad y escudo frente al cambio climático. La gestión forestal sostenible debe tener en cuenta el criterio paisajístico, aspecto que debe incluirse en los planes de ordenación de montes, proyectos de repoblaciones forestales, creación de infraestructuras y otras actividades forestales. La estructura minifundista de la propiedad forestal y la escasa sensibilidad de muchos propietarios, son aspectos que es preciso corregir en Galicia mediante medidas incentivadoras diversas y de sensibilización por parte de las administraciones públicas, con la finalidad de mejorar la calidad de paisaje que ofrecen nuestros montes. La protección y conservación del patrimonio forestal de Galicia tiene que ser es una responsabilidad compartida. Con visión de futuro y unidad de acción tenemos la oportunidad de convertir a Galicia en un referente europeo en la gestión forestal sostenible. Altura de miras, juntos podemos conseguirlo. ¡Siempre por Galicia!