El debut de Carlos Alcaraz en el US Open 2025 fue, en lo deportivo, un recital de autoridad. El tenista murciano despachó con solvencia al estadounidense Reilly Opelka en tres sets, dejando claro que su candidatura para revalidar el título en Nueva York iba muy en serio. Sin embargo, en un giro tan inesperado como divertido, su impecable actuación en la pista Arthur Ashe quedó momentáneamente eclipsada por una decisión estilística que nadie vio venir: un radical cambio de imagen que lo presentó ante el mundo completamente rapado.Seguir leyendo....