Es un clásico y se repite desde la primera entrega, Agente 007 contra el Doctor No (1962): el villano de turno le explica a James Bond su maquiavélico plan para conquistar el mundo. En aquella ocasión, incluso le invita a cenar y a beber un champán Dom Perignon del 55. En otras, por ejemplo, el agente está atado ante una sierra que le cortará en dos, mientras recibe una charla de su némesis que, continuación tras continuación, siempre le confesará su estrategia; en cambio, 007 suele solucionar sus disputas con un tiro rápido. ¿Cómo puede repetirse tamaño error película tras película? Y no es solo Bond. ¿Por qué usa gafas Indiana Jones cuando da clase, si nunca las necesita el resto de su vida? ¿Y por qué defiende que la arqueología es una ciencia de empollar, si él mismo es un ladrón de reliquias? ¿Por qué hay un muro egipcio en mitad del océano Índico en las películas de King Kong? ¿Por qué unos cilindros de fuego espantan a las recias legiones romanas en Espartaco? ¿Cómo se sostiene el cartel que tapa el agujero por donde escapa Tim Robbins en Cadena perpetua? Seguir leyendo