El talento precoz del flamenco Manuel Monje, natural de Jerez, ha dado un nuevo salto en su meteórica carrera al subirse al escenario del Generalife de Granada junto a Miguel Poveda. El joven artista encarna a Federico García Lorca en su infancia en un espectáculo que viaja por las múltiples facetas del poeta universal.Había mil federicos, espectáculo de Miguel Poveda, se estrenaba este jueves en el Generalife de Granada. . La obra propone un recorrido emocional en el que se suceden los diferentes “Federicos”: el telúrico y el lunar, el popular y el vanguardista, el niño feliz y el hombre herido de amor y huido.El montaje, concebido por Poveda, despliega una amplia paleta de colores musicales y literarios. Desde el flamenco más profundo hasta canciones cargadas de amor desesperado, pasando por la alegría vital de un creador que aún se siente presente. La propuesta invita al público a dejarse llevar por un viaje lorquiano cargado de belleza, pasión y compromiso social, reflejo del vínculo íntimo que el cantaor catalán mantiene con la obra del granadino.[articles:332557]En escena, un elenco artístico de primer nivel: Joan Albert Amargós al piano y en la dirección musical, Jesús Guerrero a la guitarra, Paquito González en las percusiones, Londro al cante y palmas, Los Makarines en los coros, Carlos Grilo a las palmas, Manuel Reina a la batería y José Manuel Posada “Popo” al bajo. A ellos se suman colaboraciones de lujo como Eva Yerbabuena (baile y dirección escénica), el propio Manuel Monje como Federico niño, Agustín Barajas como Federico adolescente, además de Maica Barroso y Paco Jarana.La ficha técnica completa incluye a figuras como Juan Casanovas en la dirección técnica, Antonio Valiente en la iluminación o Balbina Parra en la regiduría escénica.El protagonismo de Monje llega tras su paso por, entre otros, recientemente por el Festival de Jerez, donde con apenas 11 años fue aclamado como “un niño que no es normal” por su manera de templar, mandar y cantar, conquistando al público con un dominio sorprendente de los palos más jondos del flamenco. Su irrupción en el Generalife, al lado de un referente como Poveda —Premio Nacional de Música de España 2007 y con cinco nominaciones a los Latin Grammy—, confirma que su nombre ya empieza a sonar con fuerza en la escena.“Disfruten pues de los mil Federicos que siguen para siempre tendidos en el desván del tiempo”, reza la obra. Y en esa multiplicidad, el cante fresco y poderoso de Manuel Monje se convierte en la voz de un Lorca niño que vuelve a vivir sobre las tablas.