La automoción europea vuelve a apretar a Bruselas para que dé un volantazo a su política para la transición al coche eléctrico. Pese a los avances del pasado marzo, cuando la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se reunió con los principales representantes del sector, tanto la patronal comunitaria de los fabricantes (ACEA) como la de los proveedores (Clepa) le ha enviado una carta urgiendo cambios en las normativas. En ella recuerdan la altísima dependencia que existe con China u otros países de Asia en la cadena de valor de las baterías o las dificultades actuales que atraviesan con los aranceles de EE UU, gravando al sector con respecto a un mercado clave en los balances de las marcas. Por ello, exigen ampliar los plazos previstos para así poder cumplir y evitar las multas por exceso de emisiones, además de reclamar ayudas para estimular el mercado. De lo contrato, se ven "con las manos atadas". Seguir leyendo....