Pedro Sánchez sale airoso de la reunión de la Diputación Permanente — órgano convocado entre periodos ordinarios de sesiones, normalmente en enero y los meses de verano— de este martes aún sin haber estado presente. Sus socios le han librado de tener que comparecer la próxima semana en un pleno extraordinario en el Congreso de los Diputados para dar explicaciones sobre la presunta corrupción que cerca a su Gobierno, a su partido (el PSOE) y también a su entorno familiar tal y como pedía el Partido Popular. Aparte de la del presidente del Gobierno, los de Alberto Núñez Feijóo exigía la comparecencia de las dos vicepresidentas socialistas y de otros seis ministros más por diversos asuntos de actualidad como la ola de incendios que asola la mitad oeste de la península, el caos ferroviario, la quita de la deuda o los contratos con Huawei. Todos ellos se han salvado también. El principal partido de la oposición no ha logrado los apoyos suficientes de de los 69 miembros de la Diputación Permanente (27 del PP, 25 del PSOE, 6 de Vox, 6 de Sumar, uno por cada grupo parlamentario restante y uno por parte del Grupo Mixto, que está en manos de Podemos) para celebrar un pleno extraordinario a falta de cinco días del inicio del nuevo curso político y por ende, del nuevo periodo ordinario de sesiones, pese a la disposición de Vox, que ha votado a favor de las nueve comparecencias propuestas por el PP. (NOTICIA EN AMPLIACIÓN)