Las compañías de Grupo Argos avanzan en megaproyectos de agregados, energías solar y eólica, y concesiones de transporte. Foto: Grupo Argos.Así como un carro se afina para alargar su vida útil, mejorar la aceleración y optimizar su rendimiento, en este momento las principales inversiones de Grupo Argos ponen a punto proyectos clave que inyectarán crecimiento rentable a este holding de materiales de construcción e infraestructura y, por ende, para sus miles de accionistas.Cementos Argos da los pasos iniciales del plan de negocio de su nueva plataforma de exportación de agregados desde la cuenca del Caribe hacia mercados del sureste de Estados Unidos.Celsia construye nuevos proyectos de granjas solares en Colombia que para 2026 duplicarán su capacidad de generación fotovoltaica, mientras que en Perú avanzan las obras de su primer parque eólico a gran escala.Cuatro proyectos de concesión de iniciativa privada propuestos por Odinsa ya están en evaluación y, de ser adjudicados, llevarán a otro nivel el transporte aéreo y por carretera de Colombia en la próxima década.Destacado: Operación de escisión impulsa a Grupo Argos: accionistas ganan más de $1,5 billones y 50 % más en dividendos para 2026Motores movidos por la rentabilidadSiguiendo con la analogía, estos nuevos motores para la expansión del portafolio de Grupo Argos tienen en común varios componentes que alimentan su potencia: todos están concebidos para alcanzar unos retornos de inversión o márgenes operativos significativos; y ya está comprobada la demanda creciente por atender en sus respectivos mercados.Además, son megaproyectos intensivos en capital para su materialización que van de la mano de modelos financieros y planes de negocio que buscan aprovechar al máximo cada peso o dólar propios. Por eso no contemplan escenarios en que los accionistas deban capitalizar o se vean afectados los dividendos que reciben.Jaime Ospina Mejía, coordinador del Grupo de Coyuntura Económica de la Universidad Eafit señala: “al ahora estar focalizados en infraestructura de transporte, energía y materiales de construcción, les permite concentrarse en oportunidades de negocio que signifiquen generación de valor a futuro con los proyectos que ya han madurado, con la posibilidad de diversificar riesgos y nuevas fuentes de ingresos”.Estos son los detalles de cómo se afinan estos nuevos motores que darán tracción a Grupo Argos para que tenga la velocidad y el desempeño adecuado, en beneficio de sus accionistas.Cementos Argos calibra el negocio de llevar agregados a Estados UnidosLas oportunidades de crecer también llegan en forma de vacíos por cubrir. Y eso pronosticaron ocho años atrás, en particular, dos directivos de Cementos Argos —Gustavo Uribe y Gabriel Ballestas— de lo que ocurriría en distintos mercados de EE. UU. con los agregados. Así se llama de forma genérica a las rocas trituradas que se usan para dar resistencia y durabilidad a los concretos, los asfaltos y otros materiales de construcción.Esa visión se cumplió. Desde hace 2 años aumentó la demanda y disminuyó la oferta de manera pronunciada en la primera economía del mundo, dado el crecimiento de la población, mayores necesidades de vivienda, de vías y otras infraestructuras.La oportunidad de negocio estaba en interconectar canteras de agregados en la cuenca del Caribe con mercados en zonas o ciudades específicas de la costa sureste estadounidense. Por eso comenzaron las visitas a canteras, puertos y jugadores de agregados en Centroamérica y el Caribe.Cementos Argos ya cuenta con canteras de agregados en Centroamérica y el Caribe para exportar a EE. UU. Foto: Cementos ArgosEl acelerador se puso en los últimos seis meses. Ya se tienen caracterizados los nichos de mercado objetivos, los detalles de la cadena logística, la calidad del agregado y los volúmenes requeridos.Se trata de un negocio concebido con lupa, puesto que cada centavo hace la diferencia: una tonelada puesta en el mercado final cuesta alrededor de US$25, de los cuales cerca US$20 corresponden a costos logísticos.“Hemos validado cada variable del plan de negocios para que sea rentable y sostenible. A la fecha ya contamos con canteras en Costa Rica, Guatemala, República Dominicana y Colombia que cumplen con las condiciones que requiere el mercado norteamericano y potencialmente podrían abastecerlo. Al tiempo, hemos ido garantizando el acceso a posiciones portuarias en la Costa Sur, en Texas, Luisiana y Florida, y seguir subiendo por la Costa Este”, explica Felipe Aristizábal, vicepresidente Financiero de Cementos Argos.Las proyecciones de esta nueva plataformaA la vuelta de cinco años, un negocio iniciado desde cero espera tener una plataforma que venda 15 millones de toneladas de agregados al año, con un Ebitda por tonelada de US$10. La meta es hacerse a un 0,75 % de participación, que no es poco en un mercado estadounidense que consume 2.000 millones de toneladas anuales.Para lograrlo, ahora se trata de pasar de un tractor a un carro de carreras, de una operación de altos costos a una muy eficiente y con infraestructura de punta. En una primera fase de dos años se buscará cautivar a clientes recurrentes y, en paralelo, ir acondicionando gradualmente la logística, acorde con la respuesta del mercado.Ya se han hecho pilotos de embarques y pruebas de cargue y descargue, operaciones en que la cementera ya tiene experiencia. Foto: Cementos ArgosAsí se irá escalando y optimizando la operación para que los costos se reduzcan en 80 % en los próximos 4 años, y esta plataforma ya esté madura y funcione con altos estándares.Desarrollar una operación de agregados de US$150 millones de Ebitda implica, usualmente, hacer una inversión millonaria, explica Aristizábal, “pero nuestro plan de negocio contempla que requeriremos posiblemente menos de la quinta parte de lo que se requeriría en otras condiciones. Ahí es donde está el valor para la compañía y los accionistas: vamos a llegar al mismo resultado con una fracción de costo”, puntualiza el directivo.De esta forma y con un riesgo comercial y operativo muy controlado, Cementos Argos alista un motor que le permitiría incrementar en cerca de 50 % el Ebitda de US$300 millones anuales que hoy generan las operaciones en Latinoamérica.Destacado: Eficiencias que mueven la aguja de la rentabilidad en los negocios de Grupo ArgosCelsia crece exponencialmente para escalar negocios de generación solar y eólicaA esta filial de Grupo Argos le tomó siete años pasar de cero a 356 megavatios pico (MWp) de capacidad de generación fotovoltaica desde que puso en operación su primera granja solar a gran escala.Hoy ya cuenta con 20 proyectos de este tipo generando, a través de C2 Energía, la plataforma de inversión en asocio con Cubico Sustainable Investments. Si se juntaran todos los paneles de las granjas ubicadas en Valle, Tolima, Cauca, Sucre y Bolívar, ocuparían un área de 530 hectáreas, algo así como 750 canchas de fútbol continuas.En contraste, añadir otros 300 MWp les está tomando solo año y medio, para casi duplicar su capacidad actual, con los proyectos que se construyen en distintas zonas el país y que entrarán en operación durante esta segunda mitad del año y el primer trimestre de 2026.Para entonces, esta plataforma de Celsia tendrá la capacidad de generación para atender lo que es equivalente a la demanda promedio de cerca de 2 millones de personas durante un año, una cuarta parte de la población de Bogotá.A finales de julio comenzó a operar en Buga (Valle) la granja solar número 20 de la plataforma que tiene Celsia con Cubico Sustainable Investments. Foto: Celsia“La energía solar es un negocio de velocidad para responder a la demanda creciente y contar con activos rentables y con una vida eficiente de unos 30 años”, puntualiza Esteban Piedrahíta, vicepresidente Financiero de Celsia.Destaca que hacerlo bajo el modelo de gestión de activos implica menores contribuciones de capital: “Los accionistas han podido participar de esta expansión sin tener que aportar capital ni renunciar a dividendos”, aclara el directivo.Celsia, con energía propia para el futuroLa expansión actual incluye los proyectos Andrómeda (100 MWp), un parque solar en Sucre, y la granja Escobal 6 (99 MWp), en Tolima. Ambos tienen cargo por confiabilidad asignado y punto de conexión para entregar energía a través del Sistema Interconectado Nacional (SIN).Un informe reciente sobre energía solar elaborado por la Dirección de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado de Bancolombia, advierte que el país enfrenta desafíos como “demoras en licencias ambientales y consultas previas, limitaciones de capacidad y retrasos en infraestructura de transmisión eléctrica, incertidumbre regulatoria, problemas logísticos con equipos importados, y conflictividad social y territorial”.Sin embargo, la plataforma C2 Energía tiene oportunidades en etapas tempranas de desarrollo (pipeline) en Colombia de cerca de 700 megavatios de generación solar. A precios promedio de industria, significan inversiones para su puesta en marcha de entre US$550 millones y US$600 millones durante los próximos 4 años, proyecta Piedrahita.A esto se suman los proyectos en desarrollo de la plataforma Laurel, coinversión con Cibest Capital (antes Bancolombia Capital) que desarrolla sistemas fotovoltaicos con capacidades menores a 8 MW y busca masificar la autogeneración de energía solar con foco en sectores industrial, inmobiliario, salud y educativo. A hoy consolida una capacidad de 55,6 MWp en 149 sistemas y Celsia prevé que alcance a los 100 MW en la mitad del tiempo estimado.El viento sopla a favor en PerúAdemás, el futuro de Celsia se potencia con la generación eólica. La mayor apuesta es el Parque Caravelí, en Arequipa (Perú), que adquirió hace dos años, tendrá una capacidad de 218 MW y avanza en su construcción y en la disposición en sitio de los equipos, los mismos que inicialmente se contrataron para dos proyectos pospuestos en La Guajira (Colombia).Obras de cimentación para los aerogeneradores que Celsia instalará en su Parque Eólico Caravelí, en Arequipa (Perú). Foto: CelsiaNo obstante, en próximas semanas se espera la entrada en operación comercial del Parque Eólico Carreto, en el Atlántico. Con sus dos aerogeneradores de 200 metros de altura, del tamaño de un edificio de 60 pisos, aprovechará los vientos costeros y una capacidad de 9,6 MW para entregar unos 30 GWh/año al sistema eléctrico.En la carpeta de proyectos hay 400 MW eólicos en Colombia, que incluyen los dos parques en el sur de La Guajira adquiridos en abril pasado a la irlandesa Mainstream Renewable Power.Odinsa apuesta a duplicar el valor de su portafolio en activos concesionadosGrupo Argos entró al negocio de concesiones en 2015 con una inversión de $1,9 billones en un portafolio de 13 activos dispersos. Luego de 10 años, su filial Odinsa tiene las concesiones de 2 aeropuertos y 5 vías, un portafolio valorado en $2,5 billones y ha generado dividendos a Grupo Argos de manera muy importante en la última década.Ahora la apuesta es maximizar los retornos a futuro con cuatro nuevas propuestas de asociación público-privada (APP) de iniciativa privada originadas por Odinsa: la expansión del aeropuerto El Dorado de Bogotá; el proyecto vial Conexión Centro; un nuevo terminal aéreo en el norte de Cartagena que sustituya al actual, y la Perimetral de la Sabana, que bordearía a Bogotá por el occidente.Así sería el nuevo aeropuerto concesionado de Cartagena propuesto por Odinsa, que contempla una inversión de $4,5 billones. Imagen: Odinsa“Si logramos desarrollarlos, estos cuatro proyectos nos permiten duplicar el valor del portafolio que gestiona Odinsa y generarán no sólo unos retornos de doble dígito y unos flujos de caja muy relevantes, sino avenidas de progreso muy importantes para Colombia. La experticia que hemos desarrollado en estos 10 años nos demuestra que el retorno social y económico esperado con que empezamos un proyecto termina siendo mayor”, expresa Pablo Arroyave, vicepresidente Financiero de la compañía.Las cuatro iniciativas de APP ya pasaron por prefactibilidad y factibilidad y ahora están en etapa de evaluación de diseños, temas técnicos, jurídicos y financieros, a cargo de externos contratados por la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y, en el caso de la Perimetral de la Sabana, por el Instituto de Caminos y Construcciones de la Gobernación de Cundinamarca.Así están propuestos los nuevos motores de OdinsaPara hacerse una idea de las magnitudes, la propuesta para El Dorado propone inversiones por $9,7 billones durante 6 años en más de 100 intervenciones, sin afectar la operación del aeropuerto más transitado de América Latina y que su capacidad anual pase de 46 millones de pasajeros a 73 millones.Agregar un terminal de pasajeros es parte de la propuesta en la APP para ampliar el aeropuerto de Bogotá. Imagen: OdinsaEl nuevo aeropuerto de Cartagena plantea un terminal cuatro veces más grande que el actual y atender hasta 17 millones de pasajeros al año, una palanca clave para el desarrollo turístico en la región. Se prevé que su construcción tome cerca de 5 años y operarlo con la opción de tener listos los predios para una segunda pista.En cuanto la Perimetral de la Sabana comprende un trayecto de 51 kilómetros de vías de altos estándares entre Cajicá (al norte) y Soacha (al sur), que reducirá en más de la mitad el tiempo que hoy toma cruzar por Bogotá, descongestionará a la capital y tendrá ciclorruta en todo el trayecto. Una vez sea adjudicado, su construcción tomaría 5 años.Conexión Centro tiene como prioridad construir en 6 años el único tramo que falta entre Calarcá y La Paila para que haya doble calzada entre Bogotá y Buenaventura, sumado a mejorar estándares de la red actual de Autopistas del Café, concesión operada por Odinsa hasta 2027.Entre tanto, ya va en 12 % la construcción de la segunda fase del Túnel de Oriente que concluiría en 3 años, como parte de la extensión del contrato de concesión con la Gobernación de Antioquia. Esto duplicará la capacidad vehicular actual con dos túneles, un segundo viaducto y obras asociadas al trayecto entre Las Palmas (Medellín) y el aeropuerto de Rionegro.Este rénder demarca el segundo viaducto que construirá Odinsa en la fase 2 de la concesión Túnel Aburrá Oriente. Imagen: OdinsaLos desafíos en el camino de las concesionesEn contexto, Odinsa ha sido un jugador clave en la consolidación en Colombia de un modelo de infraestructura concesionada que lo ubica en Latinoamérica como el tercer país de más rápido crecimiento, detrás de Brasil y Chile, y por delante de Perú y México, según la última medición del Índice Infrascopio de The Economist.Frente a los desafíos que enfrenta este sector, Juan Martín Caicedo, presidente de la Cámara Colombiana de Infraestructura, considera que debe preservarse la institucionalidad que ha contribuido a su crecimiento.“En escasas tres décadas —agrega— logramos superar un rezago de 100 años en infraestructura, gracias al modelo de concesiones. Desde esa perspectiva, sigue siendo imperativo el esquema de vigencias futuras para apalancar el financiamiento de los proyectos, y echar a andar las iniciativas privadas que propenden por el desarrollo del sector”.Finalmente, en el ‘ensamblaje’ de los motores de Cementos Argos, Celsia y Odinsa no hay lugar para la improvisación. Cada apuesta implica una dosis de alta ingeniería para que todos los ‘engranajes’ encajen correctamente y cumplan su objetivo.En esta nueva etapa, Grupo Argos tiene a favor la experiencia acumulada en sus compañías y el foco en operaciones rentables que estén a prueba de los vaivenes de los mercados y el cambio climático.La tercera entrega de este especial recorrerá iniciativas para cerrar la brecha entre el valor justo de las acciones de Grupo Argos y el precio que asigna el mercado.