El Sevilla FC no ha querido perder la oportunidad de despedir con honores a Loic Badé este lunes. El central llegó al estadio ataviado con la camiseta de la equipación sevillista y repartiendo saludos. Una visita que él mismo anunció a través de sus redes sociales. Entró en el vestuario para despedirse de sus compañeros y se quedará para ver el primer encuentro del Sevilla en casa de este curso. Y es que el francés es nuevo jugador del Bayer Leverkusen y dice adiós a la que fue su casa por dos temporadas y media. Tiempo suficiente para que quedara prendado tanto de la ciudad como de la entidad sevillista. Badé nunca escondió su predilección por Sevilla y ha estado rechazando ofertas durante varias ventanas de mercado porque no quería marcharse. El jugador no tenía pudor en explicar que es en Nervión dónde ha mostrado su mejor fútbol, hasta el punto en el que ha sido llamado por la selección absoluta. Tras su mala experiencia en la Premier League , el defensa no quería ni oír hablar de cambios. No obstante, el club necesita vender para cuadrar sus cuentas y su marcha estaba este verano pactada como un último servicio al Sevilla. Un adiós doloroso para el jugador, que ha sido homenajeado este lunes por su entrega y devoción. Es el penúltimo jugador que quedaba en el equipo de aquel once inicial que consiguió la gesta en Budapest allá por 2023 . De ahí que la séptima copa de la Europa League haya sido testigo presencial de su despedida. Badé saltó por última vez al césped del Ramón Sánchez-Pizjuán este lunes y recibió la ovación y el cariño de la afición que lo alentó desde la grada. Visiblemente emocionado, el futbolista recibió del Sevilla una camiseta con el con el número '93', que son los partidos oficiales que ha jugado con el equipo de Nervión. Todo esto, arropado con sus compañeros, que posaron junto a él antes de que se volviera a marchar por el túnel de vestuarios.