Dirección: Ryan CooglerGuion: Ryan CooglerMúsica: Ludwig GöranssonFotografía: Autumn DuraldReparto: Michael B. Jordan, Hailee Steinfeld, Miles Caton, Wunmi Mosaku, Delroy Lindo, Jack O’Connell, Jayme Lawson, Omar Benson Miller, Lola Kirke, Peter Dreimanis, Yao, Li Jun Li, Gralen Bryant BanksDuración: 137 minutos.Productora: Proximity, Warner Bros.. Distribuidora: Warner Bros.Nacionalidad: Estados Unidos.Plataforma: HBO MaxEn el verano el cuerpo nos pide piscina, playa, relajación, buenas lecturas y, si hablamos de cine, en la mayoría de los casos, entretenimiento puro y duro que nos ayude a escapar de nuestras mundanas vidas. Si bien, hablar de Los Pecadores es hablar de una película que se estrenó en Abril de 2025, no es menos cierto que no ha sido hasta este mes de Julio que fue estrenada en HBO Max (la plataforma de los mil nombres), y que pudo ser disfrutada por gran parte del respetable.Los Pecadores, película dirigida por el incombustible Ryan Coogler, a quien los más aficionados al género superheroico conocemos por las dos películas protagonizadas por Pantera Negra, así como por ser el productor detrás de la reciente Ironheart, es precisamente una película de entretenimiento puro, acción y frenesí que apenas si permite al espectador tener algún respiro en las poco más de dos horas que dura.El argumento es sencillo, pero no por ello simple, o tratado como tal. La acción nos sitúa en un pequeño pueblo de Mississipi en los años treinta, cuando el racismo estadounidense está en una de sus épocas de mayor apogeo por la amenaza (todavía hoy no erradicada) del Ku Klux Klan. En dicho contexto, los hermanos gemelos Smoke y Stack regresan a su pueblo natal tras haber hecho fortuna al servicio de Al Capone durante los años de tráfico ilegal de alcohol que siguieron a la promulgación de la Ley Seca.El sueño de ambos hermanos, interpretados magistralmente por Michael B. Jordan (Black Panther, Creed III), no es otro que abrir un bar exclusivo para clientes de raza negra, donde estos se sientan libres de beber, bailar y pasarlo bien sin miedo a ser perseguidos o apaleados por una población blanca que los ve, sin sentido, ni explicación racional alguna, como el gran enemigo a batir.Sin embargo, no todo será tan fácil. Y es que, al tiempo que estos dos simpáticos buscavidas inauguran el que pretenden que sea el negocio de sus vidas, unos misteriosos seres asolan tanto el pueblo como el bar en el que éste se ubica. Estos seres no son otra cosa que vampiros sedientos de sangre, que no tienen otro objetivo que alimentarse y que aumentar sus filas. Todo ello, por supuesto, a costa de los despreocupados clientes del bar que Smoke y Stack acaban de abrir en su ciudad.Por supuesto, los vampiros no son sino una alegoría del Ku Klux Klan, pues al fin y al cabo y al menos al principio de la película, todos ellos son de raza blanca y lo que hacen es exterminar y atormentar a todos los afroamericanos que se encuentran en su camino.La Dirección de Coogler (que también firma el guion de la película) es en esta obra, quizás una de las mejores que ha efectuado a lo largo de su carrera. Ritmo frenético de cámara, planos muy bien ejecutados y más de una escena anacrónica (como la del baile en el bar en el que sucede toda la acción) que termina de rizar el rizo de esta película tan divertida.En lo relativo al reparto, Michael B. Jordan hace aquí un papel magistral por partida doble, al interpretar a dos hermanos gemelos que, aunque muy similares entre sí, no son exactamente iguales. Jordan hace uso de sus mejores dotes interpretativas para que su trabajo vaya unido a lo pretendido por el guion, dando personalidad a cada uno de los dos personajes a los que interpreta.En este aspecto, resulta interesante resaltar que Jordan a la hora de interpretar este papel, pidió asesoramiento a los hermanos gemelos Logan y Noah Miller (directores de Sweetwater), quienes también ayudaron a Coogler con el guion de la película. Hailee Steinfield (Ojo de Halcón, Dando la Nota) también se deja caer por esta película interpretando a la novia de uno de los dos protagonistas y encarnando el problema de ser mestiza en una sociedad tan cerrada como la estadounidense de los años treinta (y en no pocas ocasiones, y por desgracia, la estadounidense en general), al tiempo que Miles Caton hace aquí de sidekick de Stack y Smoke, con un protagonismo que a lo largo de la película va aumentando hasta un final que para nada resulta esperado.La música corre a cargo de Ludwig Göransson, responsable del aspecto sonoro de Black Panther (película en la que ya trabajó con Ryan Coogler) o de recientes éxitos cinematográficos como Oppenheimer o Tenet, dirigidas por el controvertido Christopher Nolan.La selección de temas alterna entre jazz, blues e incluso rap, adaptando cada estilo musical al momento concreto de la película, siendo uno de los mayores aciertos de esta cinta.En lo relativo a la fotografía, ésta es obra de Autumm Durald, quien ya ha trabajado con Coogler en Black Panther, y que también está acreditada en Loki, trasladando perfectamente a la pantalla esos años treinta de pueblo norteamericano en los que la trama se sitúa y consiguiendo que el espectador entre de lleno en la historia.Los Pecadores es, en síntesis una película de Ryan Coogler, con todo lo que eso implica. Entretenida como solo una película Marvel puede serlo, pero en este ocasión abrazando el género de terror con claros homenajes a John Carpenter y con una perspectiva nacida del eco del movimiento Black Lives Matter que, aunque en alguna ocasión quizás se equivoque en la visión demasiado estereotípica de sus personajes, no deja de mirar al racismo de hoy con los ojos de un ayer que todavía hoy hace mella en los corazones de no pocos ciudadanos estadounidenses de raza negra.Una película que quizás no sea lo mejor que vayáis a ver este año, ni la película de la que todo el mundo habla, pero que derrocha personalidad, diversión y energía a raudales y que resulta perfecta para una tórrida tarde veraniega en la que salir de casa, quizás no sea la opción más inteligente.