El Señor reina, revestido de esplendor; el Señor se ha revestido de grandeza y ha desplegado su poder. Ha establecido el mundo con firmeza; jamás será removido. Salmo 93:1 Señor nuestro Dios, tú eres rey, fundando un reino que llega hasta los confines de la tierra y su establecimiento perdurará para siempre. Te damos gracias por tener refugio en tus manos, para que ninguna enfermedad del cuerpo o del alma nos pueda hacer daño permanente. Te agradecemos por elevarnos una y otra vez a la vida verdadera, con la luz y el poder para vencer lo que es terrenal; vida verdadera con la flexibilidad para permanecer confiados y seguros sin importar lo que suceda; vida verdadera dirigida al gran destino del reino de Dios, prometido en Jesucristo. Amén. Artículos recientes de Plough Maureen Swinger Guiar con amor El impacto positivo de un educador sobre la vida de sus estudiantes. Leer Devan Stahl Un salvador discapacitado Las heridas de un Dios resucitado nos ayudan a convivir con las nuestras. Leer