La medicina moderna ha logrado grandes éxitos acotando los problemas, intentando reducirlos para hacerlos abarcables. Ahora hay especialistas que se ocupan de los trastornos gástricos, de los cardiacos o de los neurológicos, pero se sabe que el cuerpo humano no está compartimentado. La capacidad para dar sentido a cantidades ingentes de datos que proporcionan las nuevas tecnologías está ayudando a derribar barreras entre especialidades que hasta ahora han sido útiles. Seguir leyendo